RCR, 07 de Junio 2022 .- Idel Vexler Talledo, exministro de Educación, destacó que el XII Congreso Internacional de Educación Encinas 2022 “Camino a la transformación global de la educación” que organiza la Derrama Magisterial , combina lo urgente de la educación peruana con una visión de globalización. Observó que por más que haya habido “Aprendo en casa”, los alumnos vuelven a la escuela, para que este año sea de recuperación de los aprendizajes previos a la pandemia.
“Saludo a la Derrama Magisterial por este tradicional Congreso Internacional Encinas, que se lleva a cabo desde hace muchísimos años y que, en esta ocasión, del 14 al 17, va a tener ponentes nacionales e internacionales, y va a combinar lo urgente de la educación peruana, pero siempre viéndola en una perspectiva de globalización. Espero que los maestros asociados a esta entidad privada participen y aprovechen al máximo este evento importante en el que voy a tener la oportunidad de participar”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Consideró que es un acierto que la Derrama Magisterial organice todos los años un congreso internacional. “En esta ocasión, como su nombre lo indica, está orientado a buscar el camino a la transformación global de la educación, en la medida en que el Perú está íntimamente interconectado con el mundo, pero dando énfasis a una mirada general, con el desarrollo de las clases presenciales”, indicó.
“En estos cuatro días, el 14 se va a dar un diagnóstico de partida. El siguiente día ya estamos en una mirada más profunda al tema y luego vamos a ir a las reformas indispensables y finalmente todos los retos y defensa de los derechos laborales de todos los maestros y toda la comunidad educativa nacional. En lo que a mi respecta, yo participaré el 14 en la última ponencia para hablar de un balance del reinicio de las clases presenciales en la Educación Básica del Perú”, afirmó.
Señaló que algunos creen que el 2022 es la continuación del 2019, antes que se declarara en emergencia la educación en el Perú. “El Perú ha sido uno de los pocos países, quizá el único, en el que sus escuelas han estado cerradas completamente hasta el 5 de enero y donde ha habido una situación particular que ha afectado emocional y socialmente a los alumnos”, expresó.
Advirtió que por más que haya habido colegios privados y “Aprendo en casa”, los alumnos vuelven a la escuela, no para continuar el 2019, sino primero para que este año sea un año de transición y recuperación. “Para que sea de la escucha, del diálogo, de la contención emocional, del encuentro de los alumnos entre sí, con el mediador pedagógico que es el maestro, y también con su espacio pedagógico, sino también para recuperar lo previo, que es fundamental para construir lo nuevo”, observó.
“Por ejemplo, si un alumno no cursó cuatro y cinco años de inicial y va de frente a 1° grado de primaria, hay que ver que no se ha trabajado la psicomotricidad debidamente, el lenguaje simbólico, el reconocimiento de las propiedades de la materia, que no se ha desarrollado una socialización activa, la recreación, la motricidad, etcétera. Recibir un alumno en 1° de primaria requiere todo lo previo, para comenzar con los aprendizajes previstos”, apuntó.
Añadió otro ejemplo. “Un alumno de quinto y sexto de primaria, ya sea con una educación aceptable en un colegio privado o precaria en un colegio público, cuando estaban en primaria eran niños o niñas, ahora que han regresado a 1° de secundaria están entrando o en plena pubertad. Entonces, no es cuestión de comenzar el 1° de secundaria como siempre. Tiene que haber una recuperación y retroalimentación de lo previo de los años anteriores”, explicó.
No hay que apurar ingreso a la universidad
Manifestó que el 4° y 5° de secundaria que se llevaron en pandemia son irrecuperables. “En los otros grados se puede recuperar, pero no en su totalidad. Hay que recuperar lo que es sustantivo desde el punto de vista cognitivo intelectual y desde el punto de vista socioemocional. La finalización de la vida escolar ya la perdieron, los encuentros del 5° de secundaria, las vivencias propias de los últimos grados de secundaria son irrecuperables. Por eso es que no hay que apurar el ingreso a la universidad”, apuntó.
“No se trata de ingresar a una universidad pública y privada, donde muchas de ellas siguen con el computador. Lo que la universidad tiene que preocuparse, también la familia y la sociedad, es que estos chicos consoliden el desarrollo crucial de su identidad en la adolescencia plena, que establezcan vínculos sociales que se tienen que dar en la vida universitaria y por tanto hay que abrir el campus universitario”, remarcó.
Remarcó que no hay que apurar el ingreso a la universidad, porque no asegura el éxito personal, social, profesional y familiar. “Lo importante es que los alumnos decidan vocacionalmente con corrección, analizando sus inclinaciones y gustos sobre tal o cual profesión, sus aptitudes que son sus capacidades mentales o motrices para el desarrollo de una carrera profesional universitaria. También hay que ver sus intereses para desarrollar un proyecto de vida exitoso”, precisó.
“Eso obliga a las universidades también a desarrollar los primeros ciclos de una manera transicional y darle importancia a la tutoría. El Ministerio de Educación tiene que restablecer urgentemente la dirección nacional de tutoría, que desactivaron el 2015 los economistas de la educación que gobernaban el ministerio. En las universidades, escuelas e institutos hay que darle un rol importante al acompañamiento y tutoría de los alumnos”, subrayó.
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