Unicef, 15 de marzo, 2023.-En el marco del inicio oficial del año escolar, el Representante de UNICEF en Perú, Javier Álvarez, saludó los esfuerzos que realizan el sector Educación y las familias para el retorno a clases de escolares, especialmente de zonas andina y amazónicas. Tras enfatizar que retomar las clases es especialmente retador en el actual contexto de lluvias e inundaciones, el Representante de Unicef en Perú señaló la urgencia de evitar la interrupción de la escolaridad y asegurar la calidad de los aprendizajes.
Precisó que una encuesta realizada por UNICEF y el Instituto de Estudios Peruanos (2022) a más de tres mil adolescentes de Lima, Huancavelica, Loreto y Ucayali, reveló que el 11% ha considerado seriamente interrumpir sus estudios o ya decidieron hacerlo.
Según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (2021), la matrícula para secundaria entre estudiantes de 12 a 16 años en la región Ucayali, alcanza el 70.9%; en la región de Loreto llega al 78.8%; y en Huancavelica comprende el 91.4%.
De acuerdo a esta misma fuente, en estas regiones durante el periodo de 2019 y 2022, la matrícula de estudiantes entre escolares de 12 y 17 años presentó un ligero pero favorable crecimiento en Ucayali, que va de 73,4% a 75,7%. En Loreto, la tasa disminuyó de 76,6% a 72,8%; y en Huancavelica, también bajó de 86,6% a 85,8%.
De otro lado, el Sistema de Información de Apoyo a la Gestión de la Institución Educativa (SIAGIE), reportó que durante el 2022, un total de 9 mil 171 estudiantes en Ucayali, 18 mil 793 estudiantes en Loreto y 3 mil 011 estudiantes en Huancavelica, no se matricularon y podrían haber abandonado sus estudios.
Javier Alvarez pidió a las familias, comunidad educativa y autoridades tomar en cuenta que, si bien las carencias económicas son un factor condicionante de la interrupción de los estudios, no es el único motivo. Explicó que adolescentes encuestados por UNICEF señalan como otras razones para la interrupción de la trayectoria escolar, la depresión y ansiedad, el embarazo adolescente, el bullying, el acoso por género, lugar de procedencia y aspecto físico. De acuerdo al MINEDU, entre septiembre del 2013 y febrero del 2023, se reportaron 52,829 casos de violencia en las escuelas. De estos, 24,013 corresponden a violencia ejercida por adultos dentro de una institución educativa y 28,816 a violencia entre escolares.
De igual forma destacó la importancia de cuidar que chicas y chicos con discapacidad, así como migrantes no se queden fuera de la escuela. “Sabemos por la Encuesta de Población Venezolana del 2022 que el 19% de niñas, niños y adolescentes venezolanos en Perú no han tenido la oportunidad de ingresar al sistema educativo. Por otro lado, de acuerdo a la Defensoría del Pueblo en 2019 solo el 11.96% de la población con discapacidad en edad escolar accedía al sistema educativo y solo el 0.7% de los colegios eran accesibles”, comentó.
Las y los docentes cumplen un rol fundamental. Es importante que evalúen desde el primer día cómo se encuentran sus estudiantes, tanto en lo cognitivo, como en lo afectivo; es muy importante que presten especial atención a quienes muestran menor avance en sus aprendizajes, los acompañen con paciencia para que logren sus objetivos y manejen con asertividad los conflictos que puedan generarse entre estudiantes.
Por otro lado, Álvarez señalo que ”es fundamental que la comunidad educativa, el Estado en todos sus niveles, la cooperación internacional y el sector privado nos unamos para que todos los niñas, niños y adolescentes retornen a las escuelas lo antes posible para no perjudicar sus aprendizajes. Estimaciones del Banco Mundial señalan que Perú retrocedió diez años en el logro de aprendizajes durante la pandemia; debemos evitar seguir retrocediendo, y esforzarnos por avanzar”.
También recordó que las medidas preventivas se deberían focalizar solo en algunas escuelas sobre la base de los diagnósticos situacionales en los territorios afectados ya que éstas son espacios importantes no solo para los aprendizajes, sino para el desarrollo socioemocional para las niñas, niños y adolescentes y sus familias. Por eso, en contextos de desastre se recomienda reabrir las escuelas lo más pronto posible de manera segura.
Niños, niñas y adolescentes esperan con entusiasmo el retorno a las escuelas. Procuremos, desde todos los sectores de la sociedad, que esto sea posible de manera oportuna, garantizando su seguridad y los logros en sus aprendizajes.