Fuente : Altavoz
A lo largo de los años la industria siderúrgica ha experimentado una serie de transformaciones en sus procesos a fin de automatizar, ahorrar tiempo y costos. En la nueva era que nos encontramos viviendo es primordial apostar por tecnologías que impulsen la industria 4.0 y que pueda llegar a explotar al máximo la industria del metal, ya sea a través de herramientas de alta calidad como incorporando sistemas operativos de vanguardia.
Sobre todo, teniendo en cuenta que, a raíz de la reactivación de algunas industrias, el sector va a comenzar a experimentar un crecimiento significativo, revertiendo el 8,4% de caída en producción de acero que experimentó el año pasado frente al 2019, y aumentando los 55,6 millones de toneladas (Mt) registradas en el mismo periodo.
Esta recuperación se verá reflejada en importantes proyectos en algunos departamentos, como la construcción de 77 kilómetros de la carretera Mollepata – Santiago de Chuco en la región La Libertad. En donde se realizarán trabajos en alturas que van desde los 2.600 a 3.400 m.s.n.m. y comprenden la rehabilitación, ensanche de la vía, construcción de siete puentes, cunetas, alcantarillas, entre otras actuaciones.
“Las compañías cada vez más apuestan por empresas que posean una gama de productos diversificada, además, de una flexible cadena de producción, una equilibrada mezcla de productos, un eficiente sistema de ventas y una base de clientes generalizada; y todo ello solo se puede lograr si se cuenta con la tecnología adecuada. De esa manera se puede estar preparado para afrontar los nuevos desafíos del sector”, asegura Fernando Avendaño, Country Manager de la Comunidad Andina de NLMK.
En ese sentido, el representante de NLMK, fabricante global de productos de acero de alta calidad y una de las cinco empresas siderúrgicas más competitivas a nivel mundial, expone respecto a 3 grandes tendencias que, sin duda, ayudarán al sector en el 2021.
1. Nanotecnología. Permite manipular los materiales y la creación de estructuras a nivel molecular, ya que altera átomo a átomo ciertos metales. Los resultados podrían ser sorprendentes: fabricación de materiales mucho más resistentes, ligeros y con mayor durabilidad; metales fáciles de manejar, capaces de competir con cualquier otro material, etc. El sector siderúrgico podría utilizar este tipo de tecnología en industrias como el automotriz o el desarrollo de infraestructuras o maquinarias.
2. Big Data. Esta tecnología genera beneficios de producción, ya que utiliza la data localizada para optimizar procesos. Por ejemplo, en la transformación del metal, es posible recurrir a informaciones que se han desarrollado en algún momento para generar patrones que permitan, entre otras cosas, tener mejores coladas. También puede abarcar procesos de fundición, logrando que estos sean eficientes y sin ninguna pérdida. El uso del Big Data genera, además, métodos de ventas y comercialización más eficientes.
3. Realidad aumentada. La implementación de esta tecnología permite superponer imágenes virtuales en la realidad actual. Esto funciona a la perfección para medir el impacto de un proceso y conocer cómo funcionará antes de implementarlo oficialmente. También probar condiciones que resulten extremas para un metal, a fin de conocer los daños o errores que puede tener su producción. Se trata de una tecnología que disminuye, en gran medida, la posibilidad de cometer errores o de que ocurran accidentes.
La industria siderúrgica cada vez más requiere de herramientas que permitan disminuir los riesgos y aumentar la productividad en todos los sentidos. Para lograr ello, la tecnología siempre será el mejor aliado, pues a través de esta se podrán llegar a cumplir con las metas del sector; y, además, en muchos casos, contribuir con disminuir el impacto ambiental.