RCR, 12 DE ABRIL DE 2024.- José Carlos De Piérola, country manager de ERM Perú-Ecuador, dijo que para dejar un legado positivo para la naturaleza se necesitará una transformación energética total que requiere minerales críticos. También indicó que las empresas mineras podrían invertir en la mitigación y adaptación al cambio climático.
“Tenemos que buscar un legado positivo para la naturaleza y esto va a requerir una transformación total energética a nivel global y esto requiere minerales críticos y para eso tenemos que trabajar en conjunto porque ni siquiera hemos llegado a tener el 10% de la capacidad requerida encaminada a nivel global”, dijo en el Jueves Minero “Naturaleza y Clima: Factores Claves para la sostenibilidad y gestión de riesgos de las inversiones”, organizado por el Instituto de Ingeniero de Minas del Perú (IIMP).
Señaló que en Perú las inversiones de Canadá, Estados Unidos, Suiza, Reino Unido, Australia, que son países que vienen avanzando con la normativa de atención a los riesgos climáticos y de la naturaleza, son más del 50% de la cartera de proyectos. “Eso es aproximadamente 26.5 mil millones de dólares que provienen de países que están abordando estos temas a futuro”, indicó.
Remarcó que las empresas mineras podrían invertir en proyectos de mitigación y adaptación al cambio climático, así como proyectos de conservación, restauración de la biodiversidad y la forestación y demás áreas agregadas. “Eso es un reto, pero a su vez, es una oportunidad porque ya no es una opción esperar y ver qué pasa”, expresó.
Sostuvo que en América Latina hay una doble crisis de clima y naturaleza. “Eso se evidencia en el aumento de la temperatura o de los grados centígrados en los últimos años en 0.84 y la pérdida de la biodiversidad o la reducción de la biodiversidad a través de este indicador, el Living Planet Index, del 94% en nuestra región”, afirmó.
Manifestó que en el Perú existe un aumento de la deforestación en las zonas de minería ilegal e informal. “En la Amazonía, en menos de 3 años, se generó una pérdida de más de 23,500 hectáreas de bosques. Tenemos que ser conscientes de esta situación y ver cómo podemos abordarlo porque en el futuro nosotros vamos a necesitar en los próximos 10 años más mineral de los que hemos requerido en los últimos 200 años”, apuntó.
Mencionó que los líderes globales de las 500 empresas top en el mundo están muy preocupados en cómo poder responder a la presión regulatoria financiera y de los inversionistas emergentes por revelar los impactos de la dependencia y la biodiversidad, la naturaleza y el agua.
Añadió que están preocupados también sobre cómo pueden llevar a cabo proyectos de inversión que beneficien a las personas, al clima y a la naturaleza evidentemente para alinearse con los crecientes expectativas que existen, pero también para evitar los costosos retrasos que hay.
“Una gran pregunta es cómo pueden aumentar la resiliencia de la cadena de suministro en la empresa para evitar estas interrupciones considerando también que cada vez el acceso es al agua y a las materias primas es más limitado. Finalmente, una de las otras preguntas que hemos identificado es cómo pueden ser parte de las soluciones climáticas naturales y cómo pueden satisfacer de manera más segura sus compromisos corporativos de sostenibilidad”, agregó.
Señaló que para abordar estas preocupaciones de manera auténtica se necesita tener una mirada de desarrollo del territorio, que integre el capital natural a la biodiversidad y al clima. “Esto no solamente implica toda la parte del conocimiento del medio ambiente, sino también cómo logramos que este conocimiento se transfiera y se pueda tener con nuestro entorno, con nuestras comunidades, con nuestras autoridades también”, subrayó.