RCR, 24 de agosto de 2020.- El psiquiatra Humberto Castillo Martell, señaló que la tragedia de Los Olivos demuestra que existen sociedades paralelas, que tienen su propia forma de ver las cosas y actuar ante la crisis sanitaria y económica. En ese sentido, sostuvo que esta situación amerita una reflexión seria para entender y escuchar a las personas que participaron en estos eventos en lugar de sancionarlos.
“Esta actividad era difundida por las redes sociales y esto nos muestra un paralelismo de la sociedad, hay sociedades paralelas que tienen sus propios mecanismos, sus propios medios de comunicación, tienen sus propias reglas, sus propios valores y calculan sus propios riesgos y posibilidades”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
“La cosa es compleja y amerita una respuesta compleja. No se puede hacer una división entre los buenos y los malos, los que cumplen y los que no cumplen. Tal vez no estamos tomando en cuenta toda la complejidad de esta problemática, donde un aspecto es el sicológico y mental y lo otro es social. Esta pandemia también es un cuestionamiento a nuestra sociedad”, agregó.
Remarcó que “es como si estuviéramos viviendo en sociedades paralelas, como si viviéramos en mundos paralelos, compartiendo una ciudad”. “Somos sociedades paralelas, cada uno con sus miedos, con sus riesgos y preocupaciones, con sus objetivos, sus posibilidades, con sus deseos. Eso amerita una reflexión amplia sobre nuestra sociedad”, recalcó.
“Eso ha ocurrido y es algo que viene ocurriendo. Esto ha tocado vida, sentimiento y dolor para muchas personas. Eso es lo que pasa en las sociedades y parece increíble. La primera reflexión es que hay que intentar comprender que esto ha ocurrido y que tal vez viene ocurriendo en varios lugares”, indicó.
“A mí me sorprende mucho, cuando veo las imágenes, la naturalidad de las personas, no eran 30, eran 120 que se reunían regularmente. Las personas no estaban usando mascarillas de formas regular, estaban cercanas entre sí y estaban divirtiéndose. La pregunta sería porque sectores de la sociedad, están viviendo esto como si no pasara nada, mientras otro sector de la población está viviendo esto como una cuestión frágil, con miedo, con precaución y haciendo ajustes en su vida”, dijo.
Expresó que el desacato no es nuevo en nuestro país. “Por ejemplo, las reglas económicas que son desacatadas por el 70% de la población que es de economía informal. El desacato es habitual en nuestra sociedad. Esto tiene que ver tal vez con que no estamos tomando en cuenta esta heterogeneidad de nuestra sociedad. La gente puede entender que la norma está, pero que el no acatarla no tiene una sanción inmediata y directa, entonces la persona que está actuando con pragmatismo e inmediatez no va a hacer caso”, mencionó.
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