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TOQUE DE QUEDA A PARTIR DE LAS 6 DE LA TARDE PRODUCIRÁ AGLOMERACIONES EN PARADEROS Y MERCADOS

RCR, 28 de Enero 2021 .- Ernesto Gozzer, profesor de salud pública de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y exjefe del Instituto Nacional de Salud, advirtió que la medida del toque de queda a partir de las 6 de la tarde va a producir más aglomeraciones de gente en los paraderos y enormes colas en los mercados. En ese sentido, recomendó al Gobierno cambiar esa disposición para evitar efectos contraproducentes en la lucha contra la segunda ola de COVID-19.

“Se tenían que tomar medidas un poco más estrictas, pero hay algunas diferencias con esto. En primer lugar, es importante que se fundamente, por qué se tiene que hacer un toque de queda más temprano. Desde lo que he revisado y las experiencias y la observación, me dicen que si uno tiene un toque de queda más temprano tiene menos tiempo para las actividades que sí son permitidas, por ejemplo, comprar alimentos ya sea en los supermercados, mercados o bodegas”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).

“Lo que va a ocurrir—sostuvo—es que la gente va a buscar los alimentos en horas que antes no buscaban, se van a aglomerar, los que trabajan van a tener menos tiempo para hacer sus compras, van a tener menos tiempo para trasladarse de regreso a casa, se van a aglomerar en los paraderos. Entonces, eso no apunta a lo que queremos, lo que queremos en una pandemia es evitar la aglomeración. Si hay un estudio, un fundamento, deben señalarlo y explicarlo, sino deben cambiar eso. Eso es una primera cosa que debería modificarse”.

Recalcó que “era necesario tomar medidas un poco más estrictas”. “Es bueno que se haya avisado con cierta anticipación, aunque igual ha causado un poco de ansiedad, porque he visto que hay colas en los supermercados, cosa que no veía desde hace meses. Sin embargo, ha sido muy positivo que anuncien las medidas con varios días de anticipación”, indicó.

“Lo que queremos—sostuvo—es aplicar los principios, lo que queremos es que la gente no se aglomere. No puedo decir a la gente que se quede en sus casas, la gente tiene que salir por salud mental. Nadie me puede impedir que salga porque yo no contagio a nadie, porque estoy pasando rápidamente por los espacios. Las actividades sanas no pueden prohibirse. Está bien que la gente no se reúna en casa, no se reúna entre grupos que no viven en el mismo sitio, no vaya a fiestas. Es un poco pesado, pero no podemos, porque si no vamos a seguir aumentando el contagio y no sabemos a quién le va a hacer grave la enfermedad”.

Señaló que “una cuarentena mayor sería contraproducente, una cuarentena larga lo único que produce es más contagios y más muertos”. “Yo estaría totalmente en contra de una cuarentena larga, con una cuarentena generalizada por lo que nos ha pasado y los estudios. Si usted encierra a las personas, no les permite salir, lo bueno es que hayan dado plazos. La vez anterior dieron poco plazo y algunas personas se quedaron en el camino. Yo conozco casos en que se han producido brotes, porque la gente entró sana, algunos entraron sin síntomas y contagiaron a cientos de personas. Por eso es que los confinamientos no deben ser masivos ni largos”, apuntó.

Gobierno debe activar primer nivel de atención

“Es necesario—subrayó—que el primer nivel de atención esté abierto para que los problemas no se agraven, el 80% de las muertes probablemente se va a covid, pero ese 20% se va a esas personas que no debieron morir, pero como su enfermedad se agravó o no llegaron a tiempo o no estaba abierto el servicio que necesitaba, se produjo la muerte, incluso la muerte materna ha aumentado”.

“Yo reforzaría el primer nivel de atención para que nosotros como población verifiquemos la utilidad del primer nivel de atención. Generalmente en el Perú nosotros queremos ir de frente al hospital, porque el hospital es mejor y congestionamos un establecimiento al que no debemos ir, primero porque al ir por una gripe le quitamos tiempo a un especialista cuando deben atender casos complicados. En segundo lugar, porque tenemos más riesgo de enfermarnos. El peor lugar donde puede estar un enfermo es un hospital, un enfermo debe estar el menor tiempo posible en un hospital porque tiene más riesgo”, remarcó.

“Yo recomendaría—expresó—que el Estado aproveche estos 15 días de confinamiento para llamar la atención de la población, decir que estamos en un nivel serio y tenemos que tomar medidas personales y también el Estado tiene que responder. Este tiempo debe usarlo el Estado para organizar sus equipos de rastreo, para activar sus relaciones con la comunidad, para perfeccionar sus planes, y abrir los servicios del primer nivel de atención. En el Perú y en el mundo, no solo hay covid, hay tuberculosis, hay VIH, hay cáncer, hay enfermedades cardiovasculares, hay diabetes”.

Reveló que “el 15 de enero se publicó un estudio por investigadores de China, Estados Unidos e Italia en el que se muestra que lo que tiene mayor impacto sobre la mitigación y posterior supresión de esta pandemia es hacer más pruebas para identificar a las personas que están infectadas y aislarlas en buenas condiciones”. “Si, por ejemplo, una persona no tiene recursos, deberíamos tener una red dentro de los gobiernos locales, para que esa persona cumpla con el aislamiento en condiciones adecuadas, que tenga espacio, que tenga comida, que lo monitoreen, que si baja la saturación a menos de 95 tiene que ir a un hospital para darle oxígeno”, precisó.

“Esa persona tiene contactos y esos contactos deben ponerse en cuarentena hasta que se hagan la prueba, y si se confirma el caso, tienen que entrar igual a aislamiento. Si yo identifico a quienes tienen infección en este momento, y les doy un espacio para que no salgan, van a dejar de contagiar. El virus vive solo dentro de nosotros y necesita dos metros de distancia para llegar a través de gotitas a otra persona”, agregó.

“También hay unas gotitas que se mantienen en el aire, que son los aerosoles y que se quedan por dos horas, y por eso es que en espacios cerrados decimos que hay que ventilar, para que desaparezca el aerosol. Decimos que tiene que haber dos metros de distancia o más, para que no le llegue a otra persona las gotitas, decimos que tenemos que usar mascarillas, porque eso impide que salgan de la persona infectada a la otra y la otra con la mascarilla va a impedir que las gotitas ingresen a su cuerpo. Y también el lavado de manos. Todo eso tiene que ir juntos, la mascarilla sola no me protege, la distancia sola no me protege, la ventilación sola no me protege”, detalló.

“Si voy a un lugar, donde tengo que hacer compras, llevó mi lista, debo saber que voy a comprar, y tomar el menor tiempo posible dentro de un espacio cerrado. Si tengo que hacer una gestión en una oficina, en un banco, en algún lugar, tengo que calcular para tener el menor tiempo posible dentro de un espacio cerrado. Por eso es que el toque de queda no funciona”, observó.

No se han tomado pruebas moleculares suficientes

“No se ha estado haciendo—informó—la cantidad de pruebas moleculares y antígenos suficientes como para ir midiendo la evolución de la pandemia. Hace algún tiempo habíamos observado en los hospitales, desde diciembre y a partir de enero, que el número de casos que estaban ocurriendo en realidad era mayor al que se reportaba, no había coherencia. La razón por la que no se identificaban los casos era porque no se habían hecho pruebas, si no hago pruebas no encuentro casos, pero las camas UCI se estaban llenando, no había una concordancia”.

Manifestó que “los casos ya han venido aumentando desde mediados de diciembre, porque hubo mucho descuido de las personas que salieron a comprar a los centros comerciales, se aglomeraron, se desesperaron por comprar cosas, porque es parte de nuestra costumbre, pero no era el momento, uno”. “Dos, se visitaron a las familias, las pasaron juntos en Navidad, otros en Año Nuevo, y otros casos que he visto en enero refieren haber estado en reuniones entre Navidad y Año Nuevo. No fueron en Navidad porque era peligroso, pero se reunieron y se encontraron el 27, 28, 29, porque en su cabeza había menos riesgo, pero sí había el mismo riesgo”, añadió.

“Mucha gente bajaba la guardia, descuidaban las medidas y ahí es donde se han contagiado muchos. Como ya sabemos, en la mayoría de personas los síntomas van a ser muy leves o inaparentes y en otros hasta que llegue una cantidad suficiente como para que aparezcan los casos moderados, severos y muy graves. Eso es lo que ha ocurrido a partir de diciembre y ha explotado en enero”, dijo.

Respecto al estudio de seroprevalencia anunciado por el Gobierno, comentó que “ese estudio se ha hecho, ha sido un gran esfuerzo de quienes lo han realizado”. “Ahora está en marcha otro estudio con varias regiones, porque ese estudio fue en Lima, pero también se han escogido un número limitado de regiones, ocho regiones, no se ha escogido, por ejemplo, a Loreto, que necesitábamos saber si lo que ocurrió en el reporte de junio y julio era real o se mantenía ese nivel de seroprevalencia. En resumen, parece que no se está utilizando esa información para tomar medidas. Con esos resultados lo que tendrían que haber realizado es ampliar los equipos de rastreo y profundizar sus acciones”, apuntó.

“Hay médicos especialistas de muy buen nivel en el Perú y no pueden trabajar en otros sitios. Estoy de acuerdo con lo que está pidiendo el Colegio Médico, en que se permita que los médicos que trabajan en el Ministerio de Salud puedan trabajar en Essalud. Las camas UCI no se manejan solas, necesitan un equipo de enfermeras, médicos y asistentes, y los médicos especialistas son los más escasos, porque esas cosas no se pueden atender de la noche a la mañana”, anotó.

Tener la vacuna ayuda mucho emocionalmente

“El presidente anuncio que se han conseguido un millón y pico de vacunas, alguna gente dirá que es muy poco, pero todo suma y eso nos va a ayudar. Emocionalmente ayuda mucho y ayuda más verlo. El presidente ha dicho que se lo va a poner y él está en el grupo que debe estar vacunado, por la edad y porque es el primer mandatario. Eso es incuestionable, él va a tener que ser vacunado y dar el ejemplo en los medios”, destacó.

“Un país—mencionó—que tiene vacunación tiene mucha mayor ventaja, Israel tiene casi la mitad de su población protegida. Perú en los últimos 20 años ha vacunado millones de personas y todos los años se vacunan siete u ocho millones de niños. El 2006 vacunamos en un mes a 20 millones de personas de dos a 39 años en una campaña de erradicación de la rubeola. Tenemos la capacidad, el presidente anunció que hay un plan operativo, deberían ensayarlo, es distinto porque esa vacunación se hizo casa por casa y en los mercados, no es lo mismo”.

“Nuestro personal de salud puede hacerlo. Si tenemos 20 millones la pueden poner en un mes, pero es distinto. Las primeras vacunas deben ser para el personal de salud que están en los hospitales y después también a los médicos de 60 años a más que han sido enviados a sus casas y ellos deben regresar, pero protegidos”, acotó.

Subrayó que “en el Perú y el mundo debemos seguir cuidándonos hasta saber que este virus ya no está circulando, porque este virus es muy peligroso”. “Algunas personas se contagian de una manera muy grave y hay otros casos en lo que se exponen y no hay mucho contagio. En resumen, una persona vacunada tiene que seguir usando mascarilla, tiene que seguir usando distancia, tiene que seguir usando ventilación, tiene que seguir usando las preocupaciones. Los médicos van a volver, pero van a volver con mascarilla y todo, van a estar más protegidos y más tranquilos para ayudar a más gente”, dijo.

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ENTREVISTA A ERNESTO GOZZER, EXJEFE DEL INSTITUTO NACIONAL DE SALUD