RCR, 11 de Diciembre 2024.- El exconsejero regional de Moquegua, Luis Miguel Caya Salazar, consideró contundente el testimonio del exministro de Agricultura, José Manuel Hernández, quien confesó en el juicio contra Martín Vizcarra que el exgobernador regional y expresidente de la República recibió un soborno de un millón 300 mil soles de la empresa ICCGSA «para que no observe la buena pro” de la concesión de la obra Hospital de Moquegua.
«Consideramos que solamente nos resta esperar los demás testimonio dentro de este juicio oral que está desnudando la verdadera careta de Martín Vizcarra Cornejo y está demostrando al Perú entero de que, efectivamente, es un corrupto que ha atentado contra los dineros del pueblo de la región Moquegua», expresó Caya.
En declaraciones a Conexión Perú, de RCR, Caya Salazar destaca la estrecha relación entre Hernández y Vizcarra, quien habría exigido el pago de la coima durante su gestión como presidente regional de Moquegua. Según Hernández, el pago se realizó entre 2014 y 2016, incluyendo la época en que Vizcarra era Ministro de Transportes y Comunicaciones durante el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski.
El exconsejero regional resaltó que las pruebas presentadas en el juicio, como conversaciones de WhatsApp, registros bancarios y geolocalizaciones, confirman los hechos narrados por los colaboradores eficaces.
A pesar de que Vizcarra niega los cargos, Caya Salazar consideró que la sincronización entre las fechas, los mensajes y los relatos de los testigos son evidencias contundentes de la culpabilidad del exgobernador regional de Moquegua y expresidente de la República.
«El señor Vizcarra fue quien solicitó, fue quien requirió, fue quien buscó a los proveedores para que le den la coima», afirmó Caya Salazar, señalando que la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS) solo se limitaba a recomendar posibles adjudicatarios para los proyectos.
El exconsejero regional afirmó que Vizcarra siempre estuvo al tanto de los procesos de licitación. Argumentó que dos representantes del gobierno regional, designados por el propio Vizcarra, participaban en el proceso de selección de la UNOPS, y que la decisión final sobre la adjudicación recaía en el exgobernador regional.