Según declaró el magistrado Carlos Lindo Yajamanco, durante los días previos a la emisión del fallo por el caso emblemático, Vásquez lo asediaba en su oficina y en su casa con el afán de convencerlo que dicte pena suspendida contra Bardales. El caso viene siendo investigado por la ODECMA.
Las declaraciones vertidas por el juez del caso “Bardales”, Carlos Lindo Yajamanco, ante el Órgano de Control Interno, prometen encender la pradera de la esfera judicial, en Sullana.
El magistrado declaró ante la ODECMA en el marco de la investigación seguida contra su colega Luis Vásquez Dioses, a quien acusa de actuar de intermediario para absolver al exalcalde del juicio emblemático.
LO HUNDE. Los hechos se remontan al 15 de noviembre, fecha en que Lindo visitó al presidente de la Corte de Sullana, Luciano Castillo Gutiérrez, para ponerle de conocimiento los mensajes de whatsApp enviados a su celular por el magistrado Vásquez, presionándolo para que sentencie favorable para el exalcalde.
Para corroborar su denuncia, Lindo mostró las copias de los mensajes que le envió Vásquez a su celular, en cuyos textos se pone de manifiesto la desesperación del emisario por favorecer al procesado.
Este medio tuvo acceso a los whatsApp y las declaraciones del juez Carlos Lindo ante la ODECMA de Sullana, entidad donde se ventila el espinoso caso.
EVIDENCIA I. El primer mensaje tiene fecha 27 de octubre, y proviene del número telefónico que Lindo guardó como juez Vásquez en su lista de contactos, y dice lo siguiente: “Carlos, podrías contestarme. Quiero hablar un minuto contigo”. “Carlos estoy afuera de tu casa”.
A simple vista, el emisor solo exige un minuto de su tiempo al juez Lindo para conversar sobre un tema hasta ese momento desconocido.
Sin embargo, según declaró Lindo ante la jueza Elvira del Rosario Alvarado Reyes, ese día (27 de octubre) se reunió con Vásquez en el frontis de su vivienda y abordaron los siguientes puntos:
Lindo: – Como a eso de las nueve y treintiocho recibo un mensaje de texto diciéndome que estaba afuera de mi casa. Entonces yo salgo de mi casa y él estaba estacionado frente a mi casa, ingreso a su carro como copiloto y me toca nuevamente el tema y me dice si ya había pensado el tema de ponerle al señor Bardales una pena suspendida”, declaró el magistrado.
El denunciante prosiguió con sus declaraciones ante la magistrada, comprometiendo hasta el tuétano a Vásquez.
Lindo: – Como se dio cuenta que no iba a suspender la pena me propone que si en todo caso podía reprogramar la audiencia. Yo le dije que la posibilidad de reprogramar era imposible porque solo faltaba la realización de un solo acto procesal que era el alegato de un procesado y ya se había tomado todas las previsiones para que concluya ese día. Ante eso me dice; y si vuelve a presentar el mismo procesado otro informe médico y con eso se podía reprogramar. Yo le dije no sé, depende del tipo de certificado médico y lo que se resuelva ese día y me dice que él iba a hablar con la parte interesada para pedir la reprogramación”, declaró.
EVIDENCIA II. Pero los mensajes de WhatsApp que envió Vásquez a su colega Lindo no cesaron ese día, sino que continuaron al día siguiente 28 de octubre, desde las 8:00 de la mañana, en momentos que se daba inicio a la audiencia para dar lectura al fallo contra Bardales.
Vásquez a Lindo: -¿Qué paso?,
– Qué vas a hacer?,
– ¿Si es condena?, suspende la ejecución provisional, ¿podrás?
Lindo: No han presentado nada de nada.
Vásquez: No lo puedes pasar por nada. Nino (abogado de uno de los imputados) tiene el documento y no lo ha querido presentar ( La estrategia era presentar un certificado médico para dilatar el fallo).
Vásquez: – ¿podrían entregarlo ahorita?- insiste
– Suspende la ejecución provisional al menos, ¿puedes? Y senténcialo.
Como ya es de conocimiento público, la solicitud de Vásquez no tuvo efecto en Lindo que falló en contra de los acusados, condenando a Bardales a 13 años de cárcel efectiva, por los delitos de Colusión, documento privado falso y falsedad genérica.
Según se desprende de las declaraciones de Lindo ante la ODECMA, hubo presión por parte de su colega, quién aprovechándose de su grado de amistad lo buscó en su centro de labores y hasta en su casa para pedirle una “ayudadita” favorable para Bardales.
“Me viene a buscar en mi oficina y me dice que venía hablar por el expediente del estadio. El me dice que el favor que le habían pedido para que interceda conmigo es por la situación del procesado Bardales Ruiz, y me dijo qué posibilidades existía para que lo absuelva, me dijo que lo vea como un proceso más, que si bien era un caso emblemático y había presión de la prensa, con los días eso iba a pasar”, manifestó Lindo.
SALVAVIDAS. Hasta ese momento, era evidente que las probabilidades para Bardales de librarse de la cárcel eran cada vez más remotas, por lo que está vez intentó desvirtuar la sentencia y levantar la orden de captura expedida en su contra presentado un recurso de Hábeas Corpus, por medio de su esposa Haydée Ramírez.
Para suerte del procesado, el Hábeas Corpus cayó en manos del juez constitucional, Luis Vásquez Dioses, (el mismo que envío los whatsApp), quien declaró fundado en parte el recurso, favoreciendo a los procesados Bardales y Alberto Puruguay.
Como era de esperarse, esta situación generó suspicacia en los fiscales anticorrupción que apelaron la sentencia de Vásquez, elevándose el recurso a la Sala Penal que revocó la solicitud en segunda instancia, dejando sin piso al magistrado.
Fue este hábeas corpus lo que provocó desazón en el juez de la sentencia, que acudió a denunciar a su colega, correlacionando el hecho con los mensajes que le envió a su equipo móvil.
Son los hechos y las “circunstancias” las que hablan por si solas del mal proceder del juez Luis Vásquez Dioses.
Fuente: Diario Correo – Edición Piura