Fuente: Agencia Andina
El 75% de los peruanos adultos tendría alguna cuenta de ahorros al año 2030, señaló la superintendenta adjunta de Mercado e Inclusión Financiera de la SBS, Mariela Zaldívar.
En entrevista con el Diario Oficial El Peruano, Mariela Zaldívar sostuvo que la Política Nacional de Inclusión Financiera tiene objetivos claros e incluye como meta que el 43% de la población posea algún crédito con buena calificación, en sintonía con una inclusión financiera responsable.
¿Qué es lo que propone la Política Nacional de Inclusión Financiera (PNIF)?
– La PNIF tiene por objetivo solucionar el bajo nivel de acceso y uso de los servicios financieros de calidad por parte de la población. Esa condición restringe el desarrollo económico y la estabilidad financiera, así como la productividad y competitividad que, además, no contribuye a reducir la pobreza y la desigualdad.
Así, la PNIF recoge lo trabajado por la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), que señala que este tema se debe trabajar en tres dimensiones: acceso, uso y calidad. La primera pretende mejorar el alcance y cobertura [geográfica de los servicios financieros], la segunda y tercera buscan que las personas usen y ofrezcan servicios financieros de calidad adecuados a las necesidades de las personas.
– ¿Cómo lograr esos objetivos?
– Entre las principales causas de los bajos niveles de inclusión financiera están los problemas de demanda [de servicios financieros]. Esto está circunscrito al bajo nivel de educación financiera de las personas y a los insuficientes mecanismos de promoción para el acceso y el uso [de los servicios financieros].
Hay que incentivar el trabajo entre el sector público y privado, con mecanismos como los pagos que otorga el Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) y las transferencias condicionadas entregadas, vía cuentas [de ahorro], que generan disciplina y aprendizaje de lo que es un servicio financiero. Se espera que al 2030 el 75% de la población adulta tenga alguna cuenta en el sistema financiero y el 43% de los peruanos adultos cuenten con algún crédito con clasificación normal o con problemas potenciales (CPP).
– ¿Cuáles son las otras barreras al acceso de los servicios financieros que han detectado?
– Otra causal es que la oferta [de servicios financieros] sigue siendo insuficiente, aunque hemos mejorado. Pues en cobertura de distritos con servicios financieros se avanzó de 46%, en el 2013, a 82%, en el 2018. La meta es llegar al 100% en el 2030. Además, la Encuesta de Demanda del 2017 reveló que la principal barrera de acceso a los servicios financieros era que las personas no encontraban propuesta de valor de parte del sector financiero. Por ejemplo, una persona con una cuenta [de ahorro] en la que deposita 100 soles y retira 99 soles. En esos casos, es necesario evaluar los cobros que se realizan.
– ¿Y la relación cliente–empresa?
– Las fricciones en el funcionamiento del mercado son otra causal. Así no existe buena información para evaluar de manera adecuada la capacidad de pago de las personas por acceder al sistema financiero, por lo que se está promoviendo el uso de fuentes alternativas de análisis de información. Además, hay inadecuados comportamientos en el mercado, por lo que se trabajó el reglamento de Gestión de Conductas de Mercado (en el Sistema Financiero) que fue exitoso. Así, los reclamos en el sector financiero bajaron de 9.1% en el primer trimestre del 2017 a 7.5% en el 2019, manteniendo un sesgo decreciente.
– ¿Han conversado con los entes financieros para que evalúen mejor sus préstamos y logren mantener la calidad de sus carteras de créditos?
– Queremos una inclusión financiera responsable y vamos a monitorear para que esto se logre. Desde la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) se mejoran las normas para prevenir estos riesgos, de modo que se mantengan la solvencia y la buena conducta de las empresas del sector. Buscamos un balance entre las instituciones financieras para que no crezcan en desmedro de los peruanos y que no comprometan su solvencia en el desarrollo de sus operaciones.
– ¿Qué más trae la PNIF?
– Otras causales del bajo nivel de inclusión financiera son los problemas de infraestructura que no favorecen la ampliación de la cobertura de los servicios financieros y los problemas de articulación de esfuerzos institucionales. En el primer caso, no hay una infraestructura de telecomunicaciones y digital suficiente, y en el segundo se deben mejorar los mecanismos de articulación y esfuerzos institucionales, así como establecer el papel de cada ente público.
La inclusión financiera tradicional y la digital deben caminar juntas. Hay que mejorar la infraestructura de telecomunicaciones para que los servicios financieros estén al alcance de la población.
– ¿Cuándo se reunirán para avanzar con el Plan de Inclusión Financiera?
– Tenemos 180 días, desde la emisión de la norma, para elaborar el Plan Nacional de Inclusión Financiera, en el que los objetivos se convertirán en acciones más concretas. Ahí se trabajará fino para tratar de generar indicadores intermedios. Ya se coordina con las entidades participantes.