Fuente: Diario El Comercio
El canciller ruso, Serguei Lavrov, dijo también ante la ONU que Moscú condena «las aventuras nucleares de Pyongyang»
En plena escalada de tensión entre la comunidad internacional y el régimen norcoreano por el avance de su plan nuclear, el canciller ruso, Serguei Lavrov, advirtió en la Asamblea General de la ONU que la «histeria militar» en torno de Pyongyang puede derivar en un «desastre».
El funcionario destacó la «espiral de confrontación muy peligrosa» que se está viendo, por lo que llamó a una negociación urgente para resolver la crisis. «No hay otra alternativa que resolver el conflicto [en la península coreana] con medios diplomáticos», añadió.
El responsable de la diplomacia rusa dijo que Moscú condena «las aventuras nucleares y con misiles de Pyongyang», pero subrayó el riesgo de la «histeria militar». Lavrov recordó que las resoluciones aprobadas en el Consejo de Seguridad de la ONU, además de sanciones, incluyen provisiones para avanzar en una solución diplomática al conflicto norcoreano.
«Pedimos que se dejen de bloquear esas provisiones. No hay alternativa a vías políticas y diplomáticas para resolver la cuestión nuclear», señaló el canciller ruso, que habló ante la Asamblea General por la ausencia del presidente ruso, Vladimir Putin.
Lavrov pidió apoyo para la propuesta conjunta que presentaron en julio pasado su país y China, que plantea que Corea del Norte suspenda sus ensayos nucleares y con misiles, y que Estados Unidos y Corea del Sur hagan lo mismo con sus maniobras militares, en un intento por crear condiciones para el diálogo.
La idea fue rechazada hasta ahora por las partes, que en las últimas semanas protagonizaron una dura escalada verbal en la crisis.
«Lo equivocadas que están las medidas unilaterales quedó en evidencia, por ejemplo, en el embargo de Estados Unidos a Cuba», sostuvo Lavrvov.
El presidente norteamericano, Donald Trump, aprovechó el martes pasado su primer discurso ante Naciones Unidas para insistir en la línea dura, al amenazar con la posibilidad de «destruir totalmente» a Corea del Norte si el régimen continúa con su creciente desafío a su país y a sus aliados.