Redacción RCR
El Perú es una potencia mundial en minería y el primer productor de un conjunto de metales en América Latina, destacó el exministro de Economía y director de Videnza Consultores, Luis Miguel Castilla, durante la conferencia «Perú y la Minería del Bicentenario», realizada en el marco del Jueves Minero, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, donde también relató que desde el año 1992, con la aprobación de la Ley de Promoción de Inversiones Extranjeras, el sector ha tenido un crecimiento constante.
“Somos una potencia mundial en minería, tenemos un sitial privilegiado en la región en cobre, plata y zinc, es una ventaja competitiva a diferencia de otros países del mundo. Hubo un declive de la minería en el periodo de 1980 hasta 1992”, comentó
Agrego que en 1992 cuando se promulgo la ley de promoción de inversiones extranjeras y cuando entró en vigor la Constitución de 1993 hubo un crecimiento muy importante en el sector, un 5% anual desde 1993 a la fecha es un crecimiento notable”, observó.
Enfatizó en que hay que recuperar la competitividad, porque esta politización de la actividad extractiva y esta captura por grupos de interés es un tapón para el desarrollo, no solo del sector minero, sino del sector agroindustrial. “El sector agroindustrial, un sector pujante, ha sido mutilado en su desarrollo por intereses políticos que buscaban catalizar un movimiento político y obtener ganancias económicas”, expresó.
“Hace 10 años, cuando fui ministro, tuve que negociar con Eva Arias exdirectora del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, el mismo móvil de aprovecharse de las sobreganancias del sector. En ese momento, la motivación del gobierno entrante era maximizar la tributación fiscal sin tener en consideración la competitividad del sector y sobre la seguridad jurídica, porque muchos de los proyectos mineros tenían convenios de estabilidad tributaria”.
Subrayó que ahora 10 años después existe la misma encrucijada de querer maximizar la recaudación fiscal sin pensar si esto afecta o no la competitividad del sector (si estamos matando a la gallina de los huevos de oro) y si afecta también a la seguridad jurídica, que explica la bonanza que hemos vivido en estos últimos 10 años.
Asamblea constituyente puede afectar el crecimiento económico
De otro lado, Castilla advirtió que la propuesta de convocar a una asamblea constituyente puede afectar el crecimiento económico y las inversiones en el país. Señaló que se debe acabar con la ineficiencia y la corrupción en los gobiernos regionales y locales.
“Ahora que se alientan estas discusiones de refundar la República y de repensar el modelo económico tenemos que estar conscientes que esto trae consecuencias muy adversas para el país. La minería genera empleo. En impuestos ha habido una transferencia gigantesca a los gobiernos subnacionales desde el 2007 al 2013, con cerca de 15 mil millones de soles, pero la ejecución ha sido deficiente y ha venido deteriorándose en el tiempo”, dijo.
Señaló que a esto se suma en que hay un penoso problema de corrupción en los gobiernos regionales y locales. “Los gobernadores y alcaldes distritales y provinciales, que lamentablemente han estado inmersos en procesos de corrupción, han corroído la confianza en la población”, indicó.
“Si hay una discusión constitucional que tiene que darse es la fallida descentralización a partir del 2001. Se necesita un debate para cambiar esa situación. Hay problemas severos, alta rotación de autoridades, falta de planificación y documentación, limitada capacidad de gasto y disparidad entre competencias y transferencias de recursos. Si hay una reforma en el Bicentenario es repensar la descentralización en nuestro país para buscar el bienestar del ciudadano de a pie”, afirmó.
Perú necesita recuperar la competitividad
Señaló que entre los desafíos de la minería en el Bicentenario figuran la necesidad de preservar la competitividad del sector y la gestión adecuada de la conflictividad social, que está asociada con muchos proyectos mineros. “El índice de atracción de las inversiones en minería ha venido decayendo en nuestro país y acá competimos con el mundo, con Australia, Canadá, Sudáfrica. Debido a una mayor carga regulatoria en los últimos años hemos perdido competitividad en el ranking y en los puestos”, apuntó.
“El precio elevado de las materias primas no es suficiente. Un factor preponderante son las condiciones habilitantes que tienen los países para atraer inversiones y tener un marco jurídico predecible. En los últimos 20 años, con la Constitución de 1993, hemos tenido continuidad a pesar de tener varios énfasis en los gobiernos”, aseveró.
Declaró que los 2/3 parte de los conflictos están asociados con la minería y han mostrado una tendencia creciente desde diciembre de 2019 a diciembre de 2020. “Este es un problema que tiene ver con la incapacidad del Estado de traducir esta riqueza de la renta minera en mejorar la calidad de vida de los ciudadanos que viven en las zonas de influencia minera”, apuntó.
Aclaró que un tema usual en los conflictos es el estrés hídrico, uno de tres conflictos está asociado con la disputa del agua. “Este es un tema que toca desterrar. El principal consumidor del agua es el sector agrícola y el consumo minero es pequeño. El problema es la gestión del recurso hídrico, que debe ser con una visión de cuenca y multisectorial. Se deben prevenir los conflictos antes de que aparezcan. El Comité de Gestión Minero Energético y el Sistema Nacional de Transformación de Conflictos Sociales son un avance”, anotó.
“Tenemos un marco regulatorio complejo y sería mejor que no sea engorroso y costoso. El ordenamiento territorial de zonificación económica ecológica no debería excluir a los proyectos mineros en cabeceras de cuenca. Por eso se requiere una adecuada gestión de los recursos hídricos”, aseguró.
Señaló que la exploración ha ido decayendo porque están sometidos a trámites engorrosos que desincentivan la exploración y sin exploración no hay explotación ni aprovechamiento de recursos.
Recordó que un hito importante fue el 2001 cuando entró en operaciones Antamina hasta el último gran proyecto Las Bambas. “Ha habido proyectos importantes que han transformado la economía nacional. Los precios internacionales explican en parte la bonanza. Un régimen de estabilidad jurídica y la promoción de la inversión privada y minera han tenido un rol importante en explicar el crecimiento exponencial del sector y el potencial es enorme”, dijo.
“Ahora que entramos a una fase de crecimiento de los precios de las materias primas, en particular el cobre, es una ventana de oportunidad en el periodo pospandémico al que estamos entrando. El presupuesto público se sustenta en dos parámetros importantes. Uno es el crecimiento del país y el otro es la proyección del precio del cobre”, precisó.
Manifestó que en los últimos 100 años el gasto público en el país ha dependido en gran medida de la dinámica de los precios internacionales. “Acá vemos una correlación claramente positiva entre el gasto público y el precio del cobre en el tiempo (1896-2012) y lo mismo puede decirse de otros metales”, aseveró.