RCR,24 de setiembre de 2024.- El politólogo, Rubén Aguilar Valenzuela, explicó que el actual panorama de México está basado en un proyecto político que ha polarizado y dividido a la sociedad. Asimismo, destacó que uno de los puntos más polémicos del gobierno de López Obrador, es la aprobación de una reforma constitucional que busca consolidar el control en el poder judicial.

“López Obrador gana la elección en 2018 y supone que habría triunfado la izquierda, empieza a gobernar con un gran apoyo social. Utiliza una estrategia de comunicación, como campaña permanente para mantener amarrada a la base social que votó por él, polarizando a la sociedad mexicana de manera intencional”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).

Además, Aguilar afirmó que, con la reforma constitucional, López Obrador busca que los jueces sean elegidos no por su capacidad, sino por su afinidad política y así tener mayor influencia en las instituciones públicas.

“El régimen democrático optó por este proyecto, que permitió al presidente hacerse con el control absoluto de la cámara de diputados y la cámara de senadores para aprobar una reforma a la constitución mexicana y hacer que todos los jueces sean electos popularmente. Él sostiene que el pueblo ‘bueno’ jamás se va a equivocar y que el poder judicial está corrompido”, declaró.

Sostuvo que a pesar del cambio de gobierno con la presidenta electa Claudia Sheinbaum, México seguirá en un “Maximato”, porque López Obrador continuará ejerciendo poder a través de la secretaría y heredando el partido a su hijo, Andrés López.

“Estoy absolutamente convencido de que vamos a vivir un ‘Maximato’ porque todos los elementos apuntan a ese camino y será la presidenta que asuma el poder el primero de octubre, si tiene el valor de hacerle una invitación al presidente para que deje el país”, indicó.

Finalmente, Aguilar advirtió que las reformas aprobadas por el gobierno actual son indicios claros de una restauración del viejo régimen autoritario.

“Es realmente grave la idea o la posible realidad de la militarización de la administración pública, el presidente siempre fue enemigo del ejército, se comprometió que iba a regresar a los ejércitos a los cuarteles porque habían intervenido en la seguridad pública desde la época del presidente Calderón, pero al llegar al poder les dio un espacio de acción brutal”, concluyó.