Fuente: Diario Gestión
Luis Marchese, country maneger de la empresa en Perú, explicó a Gestión.pe la intención de la empresa respecto a este proyecto cuprífero que inicialmente estuvo en sus manos, específicamente hace tres años.
¿Podría esperarse sorpresas? A inicios de año, ProInversión anunció que el proyecto cuprífero Michiquillay sería adjudicado probablemente en el segundo semestre de este año, dado que forma parte de los 42 proyectos con alto potencial a ser subastados este año.
Así, un viejo conocido de este ambicioso proyecto – con potencial para producir 200,000 toneladas finas de cobre al año – no descarta la posibilidad de participar de la subasta, aunque aclara que esta decisión deberá ser evaluada minuciosamente. Se trata de Anglo American.
Como se recuerda esta decisión se tomó en diciembre de 2014. En aquella oportunidad, la empresa rescindió el contrato de privatización suscrita el 2007 e inicio los procesos legales para devolverla.
La razón que esgrimió para fundamentar su decisión en aquella oportunidad es que Michiquillay se mejoraría bajo otra titularidad.
En el contexto actual, ¿Anglo American no descarta su participación en la subasta?
“Nunca descartamos porque Michiquillay es un lindo yacimiento de cobre y seguramente lo vamos a mirar, pero ya lo conocemos bien. Aunque como cualquier compañía nosotros tenemos ciertos parámetros para decidir en dónde invertimos. Hace tres años decidimos que Michiquillay no cumplía con esos parámetros. Tendríamos que verlo ahora ya que las cosas cambian con los años, aunque no estoy seguro de que tanto (ha cambiado)”, apuntó a Gestión.pe.
“Uno de nuestro comodities preferidos en el cobre y Michiquillay es un buen yacimiento de cobre, así que vamos a verlo”, señaló.
La apuesta por Quellaveco
Luis Marchese, explicó asimismo la apuesta de Anglo American por el proyecto cuprífero Quellaveco, en Moquegua, que podría ver la luz en la segunda mitad del 2018.
“En estos momentos en Quellaveco estamos trabajando en dos frentes. Uno es en trabajos tempranos. Hemos concluido, en enero, un túnel de ocho kilómetros que sirve para desviar el rio Asana, que pasa por el yacimiento, y también estamos trabajando en una carretera, así como en algunas plataformas y en el campamento. El otro frente en la que estamos trabajando es en nuestros compromisos sociales”, explicó.
Al respecto, mencionó que a fines del 2012 terminó la mesa de diálogo, asumiéndose una serie de compromisos. “Que la estamos trabajando junto con la población de Moquegua. El gran proyecto es de afianzamiento hídrico que se llama Chilota – Chincune, que va significar un abastecimiento de agua adicional para la región de 700 litros por segundo. Actualmente tiene un 60% de avance”.
Respecto a la fecha de inicio probable para la construcción de la mina, Marchese reiteró que está se dará cuando se den las condiciones económicas necesarias para desarrollarla plenamente.
“Lo que nosotros creemos, es que las condiciones para poder lograr la aprobación para la inversión total debe ser a mediados del próximo año, siempre y cuando las condiciones se den. ¿Cuáles son esas condiciones? que veamos que el mercado, en general, un negocio atractivo y que además la empresa y los accionistas estén en condiciones de llevar adelante este megaproyecto”, remarcó.
En esa contexto, reiteró que también se está en pleno proceso de estimación de la inversión necesaria para su puesta en marcha, que “va ser varios millones de dólares, por lo que tenemos que verlo con mucha seriedad”.
Finalmente, detalló que el compromiso social con Moquegua es de S/ 350 millones durante la etapa de construcción y un porcentaje adicional del pago de regalías hacia un fondo de desarrollo social.
“Nuestro compromiso no se detiene ahí, ya que parte por promover trabajo local e iniciativas sostenibles en la zona. Tenemos un fondo de proyecto que está muy activo. En general, la gran oportunidad de la minería es el poder amarrar la cadena de valor a la economía del local”, puntualizó.