RCR, 22 de febrero de 2024.- La coordinadora del Programa de Inclusión Financiera de la Asociación Los Andes (ALAC – NEWMONT), Karina Amoroto, dijo que el programa «Ellas pueden», en alianza con el Programa Mundial de Alimentos, permitió la inclusión financiera de mujeres en zonas rurales en Cajamarca. También indicó que ha permitido a las participantes utilizar los nuevos sistemas digitales en sus operaciones financieras.
“El proyecto “Ellas pueden” se implementa desde el año 2022 en los distritos de Cajamarca, Baños del Inca y La Encañada, inspirado en los resultados del proyecto de las Unidades de Crédito y Ahorro (UNICA), y se genera una alianza estratégica entre el Programa Mundial de Alimentos y Newmont-ALAC, para impulsar el acceso al crédito al sistema financiero formal sobre todo de las mujeres rurales”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Sostuvo que el programa “Ellas pueden” es un proyecto piloto que es parte de tres iniciativas a nivel mundial. “Una está en Zambia, otra en Ruanda y la tercera en el Perú, en Cajamarca. Hemos trabajado con 156 personas, de las cuales 123 son mujeres y 33 son varones. Cuando hablamos de exclusión y de enfoque de género que tiene este proyecto no solamente queremos trabajar con las mujeres sino también invitamos a los varones para que sean parte de esta gran iniciativa”, indicó.
Precisó que se trabajado cuatro pilares, que son educación financiera, el fortalecimiento de capacidades en género y derechos humanos, el fortalecimiento de capacidades en sistemas alimentarios y cambio climático. “Son temas muy álgidos a nivel mundial y que es necesario ir preparando a nuestra población para que tomemos conciencia de lo que implica el cambio climático y que no solo miremos a la actividad minera como la causante de efectos adversos que hay en las diversas actividades productivas”, explicó.
“El cuarto pilar ha sido el acompañamiento oportuno para que estas actividades productivas a las que se dedican las mujeres en la zona rural tengan esa asistencia técnica especializada oportuna y que den esa mirada de los emprendimientos que de repente eran de subsistencia y que la vean como un negocio rentable y sostenible”, agregó.
Destacó que también se ha trabajado el componente de la confianza digital. “Por qué limitar a las personas del campo y a las mujeres a que no pueden ser parte de la tecnología. Hoy por hoy con el proyecto han aprendido el uso de las billeteras digitales. Por ejemplo, del yape del plin principalmente y están aprendiendo a hacer registros, ya no en su cuaderno como se hace tradicionalmente sino a través de una computadora que se ha donado a cada organización”, apuntó.
“Mencionaba que son 156 personas que trabajamos a través de 10 UNICA. Hemos seleccionado de acuerdo a su grado de madurez y se les ha implementado con una computadora laptop a cada organización para que puedan digitalizar su información”, precisó.
Resaltó que las UNICA, desde el 2008, han transformado la vida de más de 5000 familias cajamarquinas. “Eso es lo que hace que miremos a estas organizaciones autónomas, que son organizaciones sólidas y que nos podían ayudar en el camino que buscábamos de identificar personas responsables y comprometidas como agentes de cambio y protagonistas de desarrollo, para pasar del sistema financiero informal al formal y romper esas barreras socioculturales que limitan el desarrollo”, subrayó.