RCR , 10 de Julio 2022 .- Herberth Cuba García, comentarista del portal de opinión “El Montonero”, sostuvo que el decreto supremo que interviene la Derrama Magisterial y el secuestro de reporteros en Chota (Cajamarca) son señales de que el presidente Pedro Castillo apunta a un copamiento lento pero seguro de las instituciones privadas y del sistema de justicia. Precisó que la clase política debe aprender a analizar el riesgo que corre la democracia y tomar cartas en el asunto.
“Esto es un baile de máscaras. Cada día va sacando cosas distintas y de modo progresivo van colocando su programa, porque desde el año 2017 la Derrama Magisterial es el objetivo. Poco a poco están fortaleciendo la justicia paralela y la seguridad a través de organizaciones al margen de la Policía Nacional y de los aparatos legítimos del Estado. Son procesos que van lento, pero se van forjando y lo de Chota debe ser tomado en cuenta como una alarma”, indicó.
Enfatizó que el decreto supremo que toma la Derrama Magisterial tiene que ver con el copamiento de una institución privada, que maneja los fondos de los maestros. “El intento de copamiento del magisterio implica también el tema ideológico. Es una lucha política que viene de atrás. Esto va a generar enorme controversia en el Congreso, porque existe una bancada magisterial importante y además eso se va a traducir con un con litigios judiciales y con movilizaciones magisteriales”, aseveró.
“Ahí va haber una contienda al interior de este enorme gremio, que no hay que pasar desapercibido, porque en el fondo va afectar uno de los servicios esenciales que tiene el Estado, que es la educación pública. Por eso que esta intervención en un momento de tanta polarización política lo que hace es echarle mayor condimento a la crisis política que vive el país”, afirmó a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
También remarcó que el secuestro de los reporteros de Cuarto Poder en Chota es una alarma que se presenta para todo el sistema político nacional. “Por un lado, hemos escuchado de modo permanente el cambio de la denominación de terrenos por territorios, cuando el territorio es normalmente la jurisdicción de un estado o de una nación. Entonces uno asume que ese territorio tiene una soberanía”, expresó.
“El punto aquí es cuál debería ser la tolerancia del Estado, que tenemos frente a este tipo de justicia paralela, si es que esto implica en primer término que no se afecten los derechos constitucionales de los ciudadanos y los derechos humanos que el Perú ha suscrito. En este caso concreto no se podría ir más allá de lo que manda la Constitución Política o lo que manda la Convención de los Derechos Humanos en nuestro país”, apuntó.
Señaló que el peligro de las rondas estriba en la idea de unir los conceptos de territorio y soberanía, de una cultura de usos y costumbres distintos, y de un ejercicio de la justicia. “Lo que podía haber ahí es un Estado totalmente dividido, paralelo o una forma de quizá incluso de copamiento del Estado constitucional por este tipo de estados pequeñitos en insurgencia”, explicó.
Congreso no se da cuenta del peligro
Manifestó que el problema en el Congreso es una falta de lectura del momento. “El tema de Chota, por ejemplo, es visto como unos grupos de ciudadanos que han tomado una media exagerada por mucho apego al presidente y punto. El tema minero en Caravelí es una lucha que hay entre dos empresas mineras y etcétera. Si ven el Corredor Minero de Las Bambas, son unas comunidades campesinas que están ahí. No miran el panorama global. Tienen que analizar las conexiones internas de los grupos políticos, porque la estrategia política por su naturaleza es secreta y oscura”, observó.
Destacó que ha hecho bien el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas al emitir un comunicado contundente respecto a lo ocurrido en Chota. “El premier, por apoyar esta acción en una primera declaración, ha sido desmentido con mucha razón por las Fuerzas Armadas en un comunicado, cosa de por sí especial en una circunstancia como esta. Además, luego ha tenido que retractarse y decirlo de otra manera, pero es obvio que se le vio el fustán al gobierno, porque se genera un mecanismo que podría ser peligroso para la democracia peruana”, subrayó.
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