Fuente: Andina
En la región se vienen ejecutando 26 proyectos de rehabilitación con una inversión de S/ 348 millones
Sin duda Piura fue la región más golpeada por el Fenómeno del Niño Costero ocurrido el 2017. Los más de 3,400 metros cúbicos por segundo que alcanzó de caudal el río Piura devastó toda la región dejando más 35,000 familias damnificadas y 400,000 afectadas, además de una infraestructura dañada.
Sin embargo, luego más de un año esa realidad se está convierto en un amargo recuerdo porque luego de los cientos de estudios técnicos por evaluar, el cemento y las maquinarias ya se instalan en las ciudades y centros poblados para traer esperanza.
Desde octubre del 2017 las obras de rehabilitación que se realiza dentro del Proceso Reconstrucción con Cambios viene cambiando el sentimiento en la población. En una población desesperada que ve como los caminos se reabren y los ríos y quebradas se vuelven inofensivos gracias a su descolmatación y limpieza.
A la fecha en la región Piura se vienen ejecutando 26 proyectos de rehabilitación con una inversión de 348 millones de soles. Entre las obras destacan seis intervenciones de limpieza y encauzamiento de ríos, quebradas y drenes por 62 millones de soles.
Además siete obras de rehabilitación de pistas y veredas; avenidas Los Tallanes, Cáceres, Raymondi, Sanchéz Cerro, Cáceres (Castilla), Prolongación Grau y Don Bosco. Cinco proyectos de ampliación y mejoramiento del servicio de agua potable y alcantarillado, y sistema de riego en Piura, Ayabaca, Sechura, Huancabamba y Morropón.
También se viene interviniendo en cuatro puentes; tres modulares en Ayabaca y uno definitivo en Sullana y dos carreteras: Catacaos – Bayovar y Sullana – Talara .
De igual modo se viene ejecutando un proyecto de ampliación de la capacidad del reservorio de Poechos-Sistema Hidráulico y uno de mejoramiento y ampliación de redes de alcantarillado en Catacaos.
Asimismo en la región se han culminado 94 proyectos culminados por 368 millones de soles de los que destaca las reparación de la avenida Progreso.Se han terminado labores de encauzamiento, limpieza y descolmatación en 83 kilómetros del rio Piura y 17 kilómetros del rio Chira.
Además se concluyó la limpieza de la quebrada Yapatera y la rehabilitación de cinco principales avenidas de Piura: avenidas Grau, Francia, Loreto, Gullman y R. De otro lado se realizaron 78 intervenciones de limpieza de canales y drenes culminadas en Ayabaca, Huancabamba, Piura, Sullana, Morropón, ejecutadas por Agrorural.
También se ejecutó la instalación del puente Independencia por 18 millones de soles.
Mayor seguridad
Para el regidor de la Municipalidad Distrital de Cristo Nos Valga (Sechura), Kenyi Nunora, la limpieza y descolamatación del río Piura es fundamental para la tranquilidad de la población y los agricultores pues considera con el ensanchamiento y mayor profundidad el río en épocas de lluvias perderá fuerza.
El año pasado el río Piura en su distrito afectó a 1,000 agricultores y 2,000 habitantes que lo perdieron todo, pero con estas obras considera que los futuros “Niños” ya no traerán tantas tragedias.
“Por la gravedad siempre fuimos perjudicados por las lluvias. Los más afectados son los habitantes de Cerritos, Santa Clara, San Cristo, Mala Vida y Chutuque, pero estas obras permitirán que el agua discurra por su cauce y ya no en las casas”.
Para Nunora esta descolmatación en el río Piura, hecha luego de décadas, es el inicio del cambio para que la población no se vuelva a afectar a la magnitud vista el 2017.
Con Nunora coincide el gerente municipal de Cristo Nos Valga, Javier Rumiche, luego de verificar el dren 13.0 ubicado en el mencionado distrito, el cual ha sido descolmatado luego de 30 años.
“Este dren ha sido descolmatado a un 90% y se han retirado residuos de barro y totora. Con el dren casi limpio habrá más cantidad de agua del río Piura que trascurra por acá y le quitará fuerza al caudal para que no inunde los caseríos aledaños, principalmente a Cerritos”.
“La limpieza de este evitará que se acumule totora en la zona lo cual atraía una alta concentración de insectos que afectabas a la población especialmente niños. La población se está beneficiando en varios aspectos”.
“Vivíamos aislados”
Martina Chunga tiene 62 años y es madre de nueve hijos y 51 nietos. Toda su vida ha vivido a una cuadra de la Municipalidad Distrital de Cristo Nos Valga y recuerda con nostalgia y desaliento los desastres que trajo consigo los “Niños” del 1983, 1997 y 2017.
Sabe que cada cierto tiempo la naturaleza le quitará sus bienes y parte de su casa, pero nunca le arrebatará el temple para seguir adelante. Y es así que hoy a un año del último diluvio, tiene una pequeña bodeguita y un puesto de raspadillas en donde vende el vaso a dos soles.
“Las lluvias del año pasado no solo me dejaron sin la mitad de mi casa, sino que no tenía como abastecer la bodega que si se salvó. Vivíamos prácticamente aislados porque para llegar a Piura, de lo que demorabas 45 minutos normalmente, lo hacías hasta tres horas, sin contar que llegaba con todo el dolor de espalda porque la carretera estaba destrozada y mis pobres riñones no aguantaban”.
Sin embargo, esa vasta “experiencia” que tiene mamá Martina en Fenómenos del Niño y las obras post lluvias, le permite asegurar que este último desastre la recuperación de la infraestructura está caminando rápido.
“En menos de un año tenemos la (avenida) Progreso recuperada además de puentes importantes como Independencia. Se está avanzando rápido y ahora puedo ir a Piura a comprar cositas más baratas. Antes no se ganaba nada por lo caro que costaba ir al centro, pero había que ir para mantener el negocito”.
Para mamá Martina las obras en el río Piura la llena de esperanza en que el Fenómeno del Niño del año pasado será el último que traiga tragedias. “Esperamos que los trabajos sigan para que el río ya no se salga con fuerza y no haya más tragedias”.
Seguridad para el sembrío
Santiago Paz es padre de familia de 54 años y tiene dos hijos por mantener. Desde su pubertad fue un entusiasta agricultor de maíz y arroz que nunca bajó los brazos pese a que periódicamente el río Piura se llevaba sus sembríos con su inclemencia.
Sin embargo, Santiago abriga una esperanza porque luego de más de 30 años ve que un Gobierno se preocupa por descolmatar el dren 13.0 ubicado a 500 metros de su vivienda y el mismo que cruza a diario en su fiel caballo.
“El año pasado las lluvias se llevaron la mitad de la hectárea y la otra mitad la dejó inhabilitada, es decir afecto todo. Esto porque ni bien llueve de manera fuerte el río Piura se sale e inunda todo. Creo que con esta limpieza el río aguantará más”
Esa seguridad le permite seguir atendiendo sus dos hectáreas de maíz y arroz. “Tengo que recuperar lo perdido el año pasado”.
Bajo Piura a salvo
En el distrito Cura Mori se ubica el puente Independencia. Esta importante infraestructura de 128 metros une las localidades de Catacaos y La Arena, en el Bajo Piura.
Si bien es una importante conexión dentro de la provincia de Piura, el último Fenómeno del Niño esta infraestructura jugó en contra de la población pues la estrechez de sus bases la convirtió en una represa que generó el desborde del río afectando las zonas del bajo Piura.
Sin embargo, a menos de un año de las lluvias, en enero, el Gobierno reinauguró este puente, pero con bases más separadas que permitirán discurrir con mayor facilidad las aguas del río Piura
Según el presidente de la Comisión de usuarios del subsector hidráulico Las Brujas, Carlos Castillo, esta ayuda a que se reduzca las posibilidades de desborde en el bajo Piura.
“La ampliación del puente va a permitir que las aguas ya no represen. Esta ampliación es una obra importante porque nos está salvando que en otros Fenómenos del Niño las aguas se desborden con facilidad”
“Los agricultores nos sentimos más seguros también. Además porque el puente representa una importante vía y con mayor conectividad menos costos logísticos”.
Agua para todos
María Emilia Villegas es madre de familia y dirigente en el asentamiento humano Nuevo Catacaos dentro del cual representa a 8,500 personas.Ellas y sus representados sufrieron en demasía las inclemencias de la naturaleza pues las lluvias los dejaron con el agua al cuello. Literal.
Luego de casi un año su vivienda ubicada en el jirón Libertad esta restablecida pero su nivel de vida aún no pues sin agua potable no se puede vivir decentemente. A más de 35 grados centígrados es inhumano vivir sin servicios básicos.
Sin embargo, esa situación prontamente se revertirá pues las redes este fundamental servicio ya están llegando.
El Ministerio de Vivienda, Construcción Saneamiento (MVCS) inició las obras para el reemplazo de las redes domiciliarias, actualmente quebradas, para que el líquido vital llegue a las 450 familias que comprenden la primera etapa del proyecto.
Se instalarán tuberías de PVC de 8 y 10 pulgadas que dotarán de agua a las zonas de darle el servicio de alcantarillado.
“Estábamos desesperados porque no teníamos agua de calidad lo cual enfermaba a la población, principalmente a los niños. Agradezco al gobierno por actuar rápidamente en la zona y esperamos que pronto llegue el agua para con ello olvidarnos de las enfermedades”.