Exministro de Agricultura, Milton Von Hesse advirtió que imagen de inestabilidad que se viene dando en el Perú ahuyentará a los posibles inversionistas.
RCR, 4 de abril 2019 .– El Perú no tendrá ningún futuro si, al final, la conflictividad social hace inviables los proyectos de inversión y desarrollo, porque esta imagen de inestabilidad ahuyentará a los posibles inversionistas y el país estancará o revertirá su crecimiento, advirtió el exministro de Agricultura, Milton von Hesse.
“Si nosotros damos esa imagen al mundo de que no importa que tengamos un mineral de excelente calidad; que no importa que sean bajas las tarifas eléctricas, uno de los principales insumos para el desarrollo de la minería; o que estemos en un lugar geográficamente privilegiado, porque -al final- la conflictividad social va a hacer inviables los proyectos, entonces no vamos a tener futuro. Y las empresas no van a querer venir más, y se la van a pensar dos veces”, subrayó.
En ese sentido, indicó que o se soluciona el conflicto social de Las Bambas de la mejor manera o pondremos en peligro a la inversión minera que es, a la fecha, nuestra “gallina de los huevos de oro“, y “ha sido nuestra gran locomotora del desarrollo en los últimos veinte años”.
“La inversión minera, ya está más que demostrado, es el gran ´jalador´ del desarrollo en el Perú. Hemos visto los S/ 327 000 000 (trescientos veintisiete millones de soles) el año pasado, por concepto de regalías, en una sola provincia que en toda su vida no tuvo la quinta parte de lo que recibió en esa ocasión”, resaltó.
En diálogo con Red de Comunicación Regional (RCR), von Hesse manifestó también que la institucionalización de la gestión pública es el gran reto del Perú hacia el futuro, ante los múltiples ejemplos de malas, y hasta delictivas, administraciones de los diversos estamentos gubernamentales, especialmente de las autoridades con presupuestos proveniente del usufructo de las regalías o canon de la extracción de nuestros recursos naturales.
“El municipio (o región) se convierte en (un gran ente para) el clientelaje político. Y (ellos) no mejoran sus indicadores de acceso al agua, sus indicadores en Educación y Salud, porque manejan el dinero como su chacra para clientes políticos o de otra índole”, remarcó.
Asimismo, el exdirector ejecutivo de PROINVERSION precisó que debe hacerse una necesaria diferenciación entre la existencia de consultorías especializadas en todos los ámbitos de la administración pública, con la generalización y el abuso de esta actividad.
“Si quiero dar un salto cualitativo en la gestión requiero a alguien especializado, que tenga experiencia en otros países. Pero de allí a que todo sea consultoría, ya es otro tema. Entonces allí decimos: para qué existen los funcionarios públicos. Hay que ver el punto medio”, aseveró.
Clase política tiene responsabilidad en agudización de conflictividad social
El exministro indicó igualmente que gran parte de la responsabilidad en el fracaso secular en la resolución de conflictos sociales recae en la clase política nacional, con enfrentamientos fratricidas en temas accesorios, tratando de destruir la gobernabilidad
“No puede ser que en este país haya sectores en los que hemos tenido cinco o seis ministros en dos años y medio”, acotó.
Respecto a la manipulación de actores conexos a la conflictividad existente en el caso de Las Bambas, von Hesse recalcó igualmente la obligación del Estado de enfrentar la participación de agitadores ideológicos antimineros que cuestionan duramente a la minería formal, pero que nunca critican a las responsables de la minería contaminante informal e ilegal
“Entonces, si yo no enfrento ese tema de los agitadores por cuestiones ideológicas o por razones económicas, estoy complicado”, enfatizó.
Atención de pobreza, delincuencia y cuidado medioambiental son claves en Las Bambas
El exministro de Vivienda y Construcción consideró que para entender en su real dimensión la situación del conflicto de Las Bambas es necesario determinar tres problemas o aspectos fundamentales.
“El primer problema que es el que siempre me ha preocupado, es la pobreza de la provincia de Cotabambas (Apurímac), en especial, y del sur andino, en general. Hay una población en esa provincia que ha sido tradicionalmente dejada de lado por el Estado… Hasta que llegó la minería, después de muchos años”, anotó.
Agregó que el segundo aspecto está referido al carácter delincuencial-policial que aparece cuando se suscitan conflictos sociales en zonas descentralizadas y con personajes que tienen dos tipos de objetivos: algunos que buscan lucrar con las necesidades de la gente; y otros elementos que quieten lucrar políticamente.
“El primero se enfrenta políticamente. El segundo se enfrenta con la ley. Y el tercer problema, no menos importante, es el conflicto ambiental alrededor de la explotación minera. Que sin mineroducto, sin ferrocarril o carretera, no podemos negar que hay un conflicto que se tiene que enfrentar. Y eso se atiende no entre privados, sino con intermediación y estrategia del ministerio de Energía y Minas”, puntualizó.
En ese sentido, señaló que si el Estado no ejerce una injerencia y atención de estos tres problemas, es muy probable que la solución a los conflictos sociales no llegue tan inmediatamente.
Estimó que en las actuales circunstancias en que se encuentra el conflicto de Las Bambas, corresponde al portafolio de Energía y Minas y a la compañía minera que opera la mina, Minerals and Metals Group (MMG), sentarse a conversar y resolver conjuntamente las dificultades medioambientales.
“Está muy bien que vayan los ministros (de los otros sectores), pero tiene que focalizarse en el problema social con los interlocutores válidos, que son los alcaldes de la provincia de Cotabambas, porque vas ganándote a la población”, apuntó.
En ese sentido, refirió que resulta inviable que el ministerio de Energía llegue a una solución, si no se está enfrentando, simultáneamente, los problemas social y delincuencial-policial.
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