Fuente: El Montonero
Se agravan conflictos sociales en el sur peruano.
Desde este portal venimos alertando que el denominado Corredor Minero del Sur (extensa zona que involucra los principales proyectos mineros del sur peruano: Las Bambas, Antapaccay, Hudbay Constancia) se encuentra bloqueado desde el pasado miércoles por un grupo de radicales antimineros que han aprovechado un paro de profesores adscritos al Sindicato Único de Trabajadores por la Educación (Sute – Cusco), en alianza con organizaciones no gubernamentales.
Las principales carreteras de las provincias cusqueñas de Espinar, Chumbivilcas (zonas de influencia de Las Bambas, Hudbay Constancia y Antapaccay) se encuentran bloqueadas, y hasta el momento de cerrar este informe no se permite el paso a los camiones de transporte pesado de minerales que entran y salen de los campamentos mineros. ¿Por qué es importante el Corredor Minero del Sur para el Perú? Porque allí se produce más del 50% del cobre nacional y se concentra el 60% de la cartera de proyectos mineros del Perú (US$ 63,000 millones).
Uno de los primeros efectos negativos del bloqueo de las carreteras es la pérdida de millones de dólares diarios. Se estima que solo la compañía Hudbay Constancia estaría perdiendo alrededor de US$ 2 millones por cada día de bloqueo. A ello debemos sumar las pérdidas de otras compañías como Las Bambas, Antapaccay y Antares. De allí que, según los cálculos, las pérdidas de los proyectos mineros en el Corredor Minero serían entre US$ 10 millones a US$ 12 millones diarios. Sin duda, un escenario terrible.
No obstante, la situación se pone más complicada. El paro de profesores va camino a la radicalización y empiezan a surgir ideas para tomar los campamentos mineros, como una medida de presión al gobierno pepekausa. El viernes pasado fracasó el intento por constituir una Mesa de Diálogo entre funcionarios del Ministerio de Educación, dirigentes del Sute – Cusco y del gobierno regional. Una de las demandas de los dirigentes del gremio magisterial es que sea la misma ministra de Educación, Marilú Martens, quien esté presente en el proceso de negociación. Se espera que entre el lunes y este martes se reinicien las conversaciones entre las partes para llegar a la solución del conflicto.
Pero la candente situación en el sur peruano no queda allí. El gremio de médicos y de enfermeras iniciarán una huelga indefinida desde el martes 4 de julio, exigiendo mayores beneficios al gobierno pepekausa y al gobierno regional. A ello debemos sumar el paro convocado para los días 14 y 15 de julio por el Consejo de Coordinación Regional (una instancia adscrita al gobierno regional cusqueño) para la pronta construcción del aeropuerto de Chinchero. De otro lado, en Arequipa el gremio de profesores (Sute – Arequipa) ha tenido una vigilia de solidaridad con los profesores cusqueños y reafirmado el paro indefinido del día 15 de julio. Para poner las cosas más difíciles, en Andahuaylas hay un paro que ya lleva doce días y sin visos de solución. Sin duda, al gobierno pepekausa se le han abierto varios frentes.
De no desactivar y solucionar los paros y las protestas en el sur peruano, el país corre el riesgo de que se desarrolle una ola con insospechadas consecuencias para la economía nacional.