RCR, 24 de febrero de 2023.- Víctor Fuentes, economista jefe del Instituto Peruano de Economía (IPE), dijo que la paralización en Puno ha sido equivalente a los tres años de restricciones por la pandemia y ha generado en enero una inflación del 12%, que es la más alta en los últimos 25 años. También precisó que en el sector turismo la suspensión de la fiesta de la Virgen de la Candelaria en Puno ha causado la pérdida de empleos e ingresos para familias vulnerables.

“La paralización productiva que enfrenta Puno es comparable con los efectos de las estrictas cuarentenas que se aplicaron durante la pandemia. Esta paralización generalizada de las actividades en Puno particularmente en turismo, minería, construcción, comercio, transportes, así como la duración de esa paralización, solamente sería comparable a lo que hemos visto hace unos tres años en el Perú, lo cual claramente es preocupante”, indicó.

Recalcó que en Puno se registró una tasa de inflación de 12%, que no se veía por lo menos hace 25 años. “Bajo un panorama de estrés económico para los hogares tras palos cuernos los precios son más altos todavía y por lo tanto los más afectados y su capacidad adquisitiva de los hogares es la que se ha visto fuertemente reducida a raíz de las protestas”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).

Señaló que en Puno el número de vuelos y de hospedajes en funcionamiento se ha caído de manera drástica. “Junto con ello para el sector turismo, pero también para el sector minería hemos visto como la demanda por electricidad entre las empresas mineras particularmente de estaño en San Rafael también ha retrocedido fuertemente”, indicó.

Mencionó que la fiesta de la Virgen de la Candelaria en Puno prácticamente se perdió mientras que los carnavales en Cajamarca han tenido un impacto enorme. “Al margen de la caída de los ingresos y de los millones de soles perdidos y una parte importante del PBI que nos ha aprovechado, el impacto más duro y que más les importa a nuestros oyentes es la imposibilidad de trabajar, sobre todo sobre todo para aquellos hogares más vulnerables”, expresó.

Explicó que el nivel de empleo total en Puno se habría afectado fuertemente hacia finales del 2022 y a inicios del 2023. “En el caso del sector informal en la medida que no se trabaja a medida que no hay el día a día estamos recortando el salario de trabajadores y este panorama de menores ingresos se ve deteriorado aún más si consideramos que las protestas y las paralizaciones han impedido el correcto tránsito de también insumos que consumen los hogares. Eso explica cómo la inflación en la zona sur ha llegado a niveles muy altos”, apuntó.

Manifestó que la recuperación económica del turismo va a ser lenta por la pérdida de la reputación como destino seguro. “Estos dos meses de paralizaciones y muchos casos de violencia también ha significado una pérdida importante de la reputación. En el caso del sector turismo como un destino seguro para los para los turistas, no solamente en Puno sino en general en todas las zonas sur del Perú”, observó.

Sostuvo que las expectativas económicas de inversión en Puno también se encuentran en niveles muy bajos.  “En varios sectores la cadena productiva y la cadena de pagos se ha roto. Es difícil pensar que las empresas sobre todo las más pequeñas se van a poder sostener si por ejemplo en el caso del sector turismo las reservas han sido canceladas. Eso tiene impactos directos con los trabajadores de este sector, así como con los proveedores y actividades conexas del sector”, puntualizó.

Enfatizó que las perspectivas de crecimiento en Puno van a ser limitadas. “En el caso de la minería, no solamente hay paralización sino un daño sobre la infraestructura. En general las perspectivas de crecimiento para Puno van a ser limitadas. En el corto plazo es imposible pensar en una reactivación económica sin pacificación, pero en el mediano plazo es importante no perder de vista que urge resolver el lento cierre de las brechas sociales, para una región con múltiples urgencias”, subrayó.