Dentro de los rubros que más deficiencia se observa y que generan reclamo y repulsa ciudadana, se encuentra la educación, la salud, y la seguridad.
En esta columna trataremos someramente el tema de la salud. Todos conocemos de sus defectos y carencias, todos en alguna forma hemos sufrido los efectos de la baja atención de la salud pública y, ello no debido a los médicos y personal auxiliar, sino a la defectuosa administración de los centros de salud, sean del Estado y también de la Seguridad Social.
¿Quién no se ha visto afectado por las deficiencias? o ¿Quién no ha tenido algún familiar o allegado sustantivamente insatisfecho? Si pues, las citas te las dan tipo la legendaria película “De aquí a la eternidad? Entre la fecha en que se requirió la atención médica y la fecha de la cita, hay ocasiones que la demora es de muchas semanas y de hasta algunos meses, pero si en la consulta, para mejor atención se requiere de radiografías, ecografía u otro tipo de imágenes, así como de análisis clínicos, ellos se agendan quizás cuando el paciente dejó de ser tal y ya se esté recordando al difundo en la Misa del mes.
El tema de los remedios o fármacos también es un calvario, pues con muchísima frecuencia te recetan remedios y fármacos que no están disponibles en el establecimiento de salud estatal y los pobres pacientes, pero ya impacientes, tienen que buscarlos con su propio peculio en farmacias o boticas de fuera del centro de salud.
Somos conscientes que la pandemia del COVID 19, por ser urgente, dejó atrás lo importante, como es la salud cotidiana de la población y, somos testigos del heroísmo de médicos y auxiliares de la salud, que al atender a los enfermos fueron contagiados y perdieron su vida. Se sacrificaron por cumplir con su juramento hipocrático.
Ahora que la pandemia está en notorio retroceso, es hora de retomar lo importante y ello es tema, más que de los galenos, de los que manejan la administración del aparato público y de seguridad social de la salud. Existe un excelente proyecto que se trabajó hace pocos años en EsSalud, y que podría irse implementando, primero con planes piloto, para después generalizarlo.
Uno de los componentes de los planes pendientes es mayor número de consultorios y más turnos, pues la salud no tiene horario y bien personas que laboran en el día, podrían atenderse en horario vespertino o nocturno.
Si los aparatos de rayos x, ecógrafos, tomógrafos y otras imágenes, laboratorios y similares, están abarrotados de pacientes en el día, en horas nocturnas no son usados y si lo son, en forma muy limitada, por lo que la lógica nos dice que bien podrían utilizarse también en la noche y si los profesionales de la salud que atienden en horario diurno, no desean pasar al nocturno, los nuevos que se incorporen a las planillas, bien podrían hacerlo.
Ya es hora de atender la salud pública como se debe.