No debemos ser gobernados por incapaces y corruptos, inútiles y ladrones, es nuestra potestad que ello evitarlo, en nadie más. El ejercicio del voto, el día del acto electoral, es el momento clave, cumbre, sagrado de ejercicio del poder soberano del pueblo, casi único, en las democracias representativas donde el pueblo ejerce su máximo poder ciudadano escogiendo a sus autoridades para que lo gobiernen. Luego del voto, las autoridades electas se constituyen en representantes del soberano en el gobierno para el ejercicio del poder. Podemos y debemos elegir a los mejores, en nosotros está. La oferta electoral ya existe, es cuestión de escogerlo mejor, quizás en algunos lugares haya candidatos de espanto, pero seguro también hay decentes. Que el dinero no aplaste la inteligencia, que lo malo no arrase a lo bue- no, que el regalo no compre consciencias, que nuestra dignidad valga más que una dadiva. Nuestro voto vale más, es el futuro de nuestra localidad y nuestros hijos, no los sacrifiquemos ante la necesidad inmediata o la oferta mentirosa o delictiva.
Este 2 de octubre, el soberano peruano, ejercerá una vez más su poder de elegir autoridades y re- presentantes para que gobiernen, por cuatro años, a nivel regional y local; es el momento en que realmente el pueblo vuelve a ser soberano, sus errores y equívocos, los padecerá los años venideros porque la revocación y remoción de autoridades es difícil y compleja. En 15 días elegiremos gobernadores y consejeros regionales de 25 gobiernos regionales, alcaldes y regidores de 196 municipalidades provinciales y 1,694 municipalidades distritales; ojalá (quiera dios), lo hagamos con inteligencia, informándonos quienes son los candidatos, qué proponen para la localidad y si sus propuestas son realizables. Ojalá elijamos con sabiduría para no pasar la letanía sin fin de quejas de lo mal que resultaron los electos o la agresiva, desubicada e irracional frase “se los dije”.
Los últimos años; a nivel nacional, regional y local, constituyen una retahíla de lamentos, acusaciones y rabias ciudadanas por haber elegido mal y cada vez peor, el arrepentimiento es instantáneo, una vez electos recién conocemos que hemos elegido a prontuariados o incapaces. El sin sabor y lamento resultan tardíos, rápido nos damos cuenta que siempre podemos estar peor. Con el perdón de las buenas autoridades de quienes no se conoce ni se habla, ojalá, esta vez, elijamos dignamente a quienes puedan gobernarnos mejor. Existen innumerables autoridades locales y regionales denunciadas que están en campaña y existen, más todavía, candidatos con denuncias y sentencias que están procurando llegar al gobierno; quiera dios que el soberano pueda hacer su trabajo y les niegue su voto el día de las elecciones, luego será tarde para remordimientos. Los que han delinquido antes o durante la campaña seguirán delinquiendo en el cargo y a costa del ciudadano. No deberíamos dejarnos embaucar una vez más.
También debemos informarnos quienes conforman el equipo del candidato, consejeros, regidores e incluso quienes se perciben como sus futuros técnicos; el candidato principal puede ser bueno y estar limpio, pero si va rodeado de prontuariados habrá que desconfiar, para no quejarnos después, para no avergonzarnos de nuestro voto, mejor es anticipar- se, informarse y elegir bien. Hay redes de corrupción local, regional y nacional que auspician candidatos o están a la espera de los electos para captarlos, coparlos, controlarlos y manipular- los; también debemos estar alertas para que no ocurra. Llegar con equipo malo o sin equipo puede ser peor para la localidad, la región y los ciudadanos.
Depurados quienes tienen pendientes con la justicia o pasado penal deberíamos revisar, de los que quedan, sus propuestas y si éstas se adecuan a la realidad local o regional, para evitar elegir autoridades que no saben qué hacer o llegan para aprender. Esas autoridades perderán tiempo o serán presas fáciles de las burocracias de esas instancias o, lo que es peor, de bandas que medran, rodean y están al acecho en esos niveles de gobierno. No es difícil distinguir un charlatán y regalón de un candidato con propuestas, podemos realizar esa tarea para acertar, elegir bien y no arrepentirnos ni quejarnos de impresentables. Hagámosla, el día de las elecciones, el futuro de nuestros gobiernos está en nuestras manos, después será demasiado tarde.
Un cuarto momento, quizás requiera algo de ayuda, coteje si las propuestas pre- sentadas son competencia regional o municipal, no se deje engañar por candidatos que ofrecen lo que no está en su competencia y no podrán realizar, las promesas son buenas cuando son realizables. Un candidato distrital no puede ofrecer lo que es competencia del provincial y viceversa, el provincial no puede ofrecer lo que corresponde al regional y viceversa y ninguno de ellos puede ofrecerlo que es atribución del gobierno nacional. Cualquier oferta que contravenga ello es humo, no lo compre, desconfíe de quien le ofrece mentiras porque nada podrá hacer si resulta ganador.
Recuerde siempre, el día de la elección es usted el soberano, usted manda, nadie más; su voto es secreto, ejérzalo con inteligencia. Todo lo regalado vale menos que su voto, el que regaló se cobrará al asumir el cargo, querrá multiplicar su inversión a costa de la plata del estado, a costa de los proyectos y las obras, a costa del futuro de su localidad. No se deje chantajear, comprar, corromper en su opción y libertad, no vaya a ser que, con su voto, termine siendo cómplice de rufianes y corruptos que llegan al gobierno para medrar con las necesidades de su pueblo. Recuerde, al ejercer su voto, usted, es el perseguido gobernante, luego será un gobernado más. Su voto es tan potente que mueve la democracia y, puede sepultarla en la incapacidad y corrupción también.
Útil sería tener mejores reglas políticas y electorales para escoger candidatos y elegir nuestras autoridades, idóneo sería que el JNE y los JEE cumplieran su labor, filtraran y evitaran candidatos denunciados; pero ya sabemos de su ineficiencia y, a veces, complicidad para permitir una oferta electoral muchas veces preocupante y hasta asquerosa; entonces, solo queda nuestro criterio, conciencia, inteligencia e información para ejercer nuestro voto, pero, sobre todo, está nuestra dignidad de ciudadanos y peruanos para tener un mejor futuro. En nuestras manos esta evitar ser gobernados por incapaces y corruptos, inútiles y ladrones. Por favor, pensemos y elijamos mejor; además, puede ser una prueba, adelanto, ensayo para elegir mejores autoridades nacionales. Si queremos, siempre podremos.