El comportamiento de la cotización del precio internacional del petróleo crudo, como otro mineral de importancia (pj, el oro), influye en la economía, en sus transacciones comerciales, en las cotizaciones de las divisas y, por su puesto, en las finanzas mundiales.
La aparición del SARS-CoV-2 hace exactamente un año atrás, trajo consigo una contracción de la economía global afectando indistintamente a todos los países del mundo, generándoles una trombosis financiera. En el caso del precio del barril del petróleo Brent, su nivel mínimo alcanzo en el mes de abril en us$18.38 el barril; a partir de ahí mantienen una tendencia lenta, segura y ascendente, sobre todo a partir de noviembre cuando comienza a reperfilarse en un producto que va de la mano con una leve recuperación (todavía en negativo) de la economía mundial y unas vacunas trasladándose a los países para su inmunización, como también fungiendo como valor de refugio. Desde el mes de octubre 2020 al 15 de marzo 2021 (us$68.79/barril), el precio del crudo Brent[1]aumento en 71.2 por ciento, y el balance deficitario en nuestras relaciones comerciales internacionales cerró en US$1 mil 886 millones. Otro elemento de precio que alteró la trombosis financiera es el incremento de la cotización de la moneda local, al cerrar el 15 de marzo en s//us$3.715 disparando en 2.5 por ciento con respecto a la cotización de comienzo de año; elementos estos que alteraron decididamente en el precio de los combustibles líquidos para su consumo nacional, sin que pueda ser atenuada con el fondo de estabilización de precios (DU 010-2004) que tiene como objetivo actuar ante la alta volatilidad de los precios del petróleo crudo y sus derivados, siendo el Precio de Paridad Internacional (PPI) al 15 de marzo de 2021 estar por encima del precio de la franja de estabilidad, por tanto se debe activar la franja de compensación; así por ejemplo, el precio PPI del Diesel 2 (bajo azufre) es de us$92.2 barril; mientras que la gasolina 84 le corresponde un PPI de us$99.67 y el 95 en us$101.57 (www.snmpe.org.pe), todos ellos comprendidos en los alcances del Fondo, a excepción del Gas Licuado de Petróleo (GLP) y al Diesel BX utilizado por vehículos con uso de combustibles Diesel B5 UV que fueron dejados a un lado mediante DS N°007-2020-EM.
Tres elementos se juntaron para esta trombosis financiera: el precio en aumento del crudo Brent en el mercado internacional + cotización en alza del tipo de cambio + un Fondo que no puede estabilizar, paradójicamente, los precios de distribución de los combustibles líquidos en el mercado interno; y al parecer la falta de controles más efectivos están formando precios por especulación en la cadena de distribución. La tarifa del servicio de alumbrado público también viene ya sufriendo reajustes hacia arriba en sus tarifas, y la movida del tipo en alza va poner, otra vez, a una exposición de un aumento de precio de la carne de pollo al aumentar el valor del maíz amarillo duro importado, que en el 2020 compramos 3 millones 743 mil toneladas (www.sunat.gob.pe).