Gianni Infantino, presidente de la FIFA, sigue en su cruzada personal para iimpulsar la propuesta de Arsene Wenger de realizar el mundial cada 2 años en lugar de cada 4. En declaraciones recientes Infantino dijo que “Sí hay un Super Bowl al año, ¿por qué no organizar un Mundial cada 2”, afirmando que el cambio temporal no afectará su prestigio. Sin embargo, diversas asociaciones, confederaciones y ligas no se muestran a favor de apoyar los nuevos cambios. ¿Por qué el mundo del fútbol está en contra de la propuesta de la FIFA?
La UEFA ha emitido un comunicado en el que muestra su decepción por la metodología adoptada por la FIFA a la hora de abordar la cuestión de un Mundial cada dos años, del que, así mismo, repasa los “peligros reales” que puede haber en el caso de que saliera adelante. A su juicio, “este plan conlleva peligros reales”, como “la disminución del valor del primer acontecimiento futbolístico mundial, cuya celebración cada cuatro años le confiere una mística con la que han crecido generaciones de aficionados”. Además de suponer un “riesgo para la sostenibilidad de los jugadores, obligados a participar en competiciones veraniegas de alta intensidad cada año en lugar de realizar pausas de recuperación más largas en años alternos“, así como “para el futuro de los torneos femeninos, privados de espacios exclusivos y eclipsados por la proximidad de los principales eventos masculinos”.
De la misma forma la CONMEBOL ha desaprobado abiertamente el nuevo mundial propuesto por la FIFA. El ente rector del fútbol sudamericano fue contundente en su postura sobre un Mundial cada dos años y aseguró que concretar este proyecto significaría una competencia con menor calidad y exigencia, además, recordó que los equipos requieren de un proceso de cuatro años para poder tener una correcta preparación, la afinación de una idea de juego y la adaptación de los nuevos jugadores producto del cambio generacional. “La Copa del Mundo es un evento que concentra la atención y las expectativas de miles de millones de personas porque representa el punto culminante de un proceso de eliminación que dura todo el periodo de cuatro años y que tiene su dinámica y atractivo propios», expresó el organismo en un comunicado.
Pero fuera de los argumentos de gestión, económicos o de desgaste por parte de las federaciones y futbolistas, creo que hay uno en contra de la propuesta de la Fifa que hace que un aficionado del fútbol salte apenas la escucha. El mundial de fútbol es la única competición que preserva de cierta forma el espíritu amateur del fútbol: la espera de cada cuatro años para vestir los colores nacionales en el certamen más importante de todos. En un mundo donde el fútbol se ha convertido en un vehículo de marketing, publicidad e intereses económicos; en el cuál los jugadores juegan por el equipo que más dinero les ponga en en la bolsa, la copa del mundo es el único lugar donde juegan por el orgullo que representa vestir la camiseta de la selección. Estoy seguro que casi todos, sino todos los futbolistas de niños alguna vez soñaron esa fantasía que todo amante del fútbol ha tenido:
Minuto noventa. Partido empatado. Estadio lleno La afición que vitorea, insulta canta y grita. Tomas el balón. El árbitro se lleva el silbato a la boca. Cada segundo resuena como una metralleta en tu cerebro. Tic Tac. Tic Tac. Regateas a un contrario. Te desmarcas de un defensa. Ves un espacio entre dos piernas. Pegas un zapatazo con todas las fuerzas de tu cuerpo. El portero se lanza pero no llega. Gol. Acabas de convertir a tu país en campeón del mundo.
Es una fantasía que todos tuvimos cuando con 6, 7 u 8 años pateabamos el balón en las calles con nuestros amigos, entre polvo, tierra la acera. Los cuatro años de espera significan una lucha por la clasificación, la evolución de un proceso futbolístico, arduo entrenamiento, sacrificio y tal vez una única oportunidad para llegar a la máxima fiesta del fútbol en tu mayor nivel. Un mundial cada dos años solo significa desvirtuar la única competición en la que el dinero no lo es todo en el fútbol: Los buenos jugadores ya no juegan por amor a un color, se van la primera oportunidad que les llegue un mejor contrato, los equipos pequeños cada vez ven más marcadas sus diferencias. Un mundial cada dos años solo significa mayores ganancias económicas para la organización. FIFA, no le quites lo último bello que le queda al fútbol.