Milagros Caballero, gerente de la Fundación Niños del Arco Iris del Valle del Urubamba, declara que los pequeños son de sectores pobres y en riesgo del valle de Urubamba.
RCR, 19 de diciembre de 2019.- Un coro de 35 niños de la Fundación Niños del Arco Iris del Valle del Urubamba reciben con villancicos a los turistas que visitan Machu Picchu, en Cusco. Los pequeños interpretan canciones en quechua, español e inglés y reciben educación gratuita en una escuela de dicha fundación enfocada a menores de bajos recursos económicos y en riesgo.
Milagros Caballero, gerente de la Fundación Niños del Arco Iris del Valle del Urubamba, dijo que “la holandesa Helena van Engelen empezó el 2001 el proyecto con un albergue. Acá empezaron viviendo 18 niños del valle con ella como tutora y a lo largo del tiempo se desarrollaron distintos programas enfocados en educación y salud. Hoy tenemos una escuela y este año hemos llegado a tener 181 estudiantes entre 3 y 13 años y el próximo año esperamos llegar a 200”.
“Nos enfocamos en niños y niñas que viven en condición de vulnerabilidad en el valle y buscamos darles la mejor educación para que puedan acceder a oportunidades laborales a futuro. Tenemos inicial y primaria. También tenemos cuatro iniciativas para el tratamiento dental de nuestros niños, de nutrición, campañas de salud enfocados en sus padres y consejería a las familias para mejorar su calidad de vida”, dijo.
Comentó que el año pasado la fundación empezó a dar clases de música en la escuela y armar un coro. “Ahora tenemos 35 niños en el coro y realizamos presentaciones en español, quechua e inglés. Este mes el coro ha presentado villancicos en los tres idiomas para los extranjeros que vienen a visitarnos. En la escuela tratamos de fortalecer el valor del quechua a los niños y también les damos cinco horas de inglés a la semana. Los niños han preparado un repertorio de villancicos en esos tres idiomas y tienen una buena acogida en los turistas”, indicó.
“La fundación lleva ya 18 años y nuestra primera promoción de escuela está en cuarto de secundaria. Hemos tenido en su momento un Centro de Educación Técnico-Productiva (Cetpro) y tenemos jóvenes que se desempeñan en computación, hotelería y otros oficios. Entonces, sí se ven los resultados a largo plazo”, manifestó.
Informó que la escuela Arco Iris emplea distintas estrategias para empoderar y fortalecer a sus niños en los aspectos académico y personal. “Estamos trabajando de la mano con sus familias y haciendo que estos niños sean óptimos a futuro lo que aporta positivamente a su comunidad y al Perú. En la fundación el equipo de la escuela tiene 22 personas y en el área de salud, mantenimiento y administración somos 35 personas”, remarcó.
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