RCR, 14 de junio 2019.- Los Centros Educativos Técnicos Productivos pueden convertirse en un factor para ayudar a cambiar y desarrollarse a las personas, familias y su comunidad, señaló Inés Ayllón, directora del cetpro La Rosa Blanca, de Huachipa.
En declaraciones al programa Hablemos de Educación, de Red de Comunicación Regional, Ayllón destacó que la formación técnica del cetpro así como el acompañamiento a los alumnos para que desarrollen sus capacidades y no abandonen los cursos han permitido conseguir un crecimiento en la vida de los estudiantes y su entorno.
El cetpro La Rosa Blanca es una obra educativa de la ONG CESAL y está ubicado en Huachipa. La labor comenzó el 2008 como una casa para jóvenes que desarrollaban sus habilidades artísticas y en 2015 se convirtió en centro educativo técnicos productivos para brindar cursos en diferentes especialidades con certificación oficial. El siguiente paso es sumar un instituto superior tecnológico a su labor.
Inés Ayllón relató que el cetpro La Rosa Blanca nació ante la necesidad de las familias de la zona, que presentan altos niveles de vulnerabilidad y violencia, lo que se busca enfrentar ofreciendo nuevas posibilidades de desarrollo a las personas.
Agregó que el desarrollo no es solo profesional, sino también personal, ya que el centro acompaña a los estudiantes en sus proyectos de vida, ya sea para que se inserten en el mercado laboral o conformen sus propios negocios.
«Involucramos mucho a la familia, porque es un factor muy importante. Los docentes y monitores que están pendientes de los estudiantes ante casos de violencia, hacemos visitas domiciliarias para involucrar a alguien de la familia a fin de que acompañe al estudiante y lo impulse a culminar sus estudios», explicó.
La directora del cetpro indicó que el 90 por ciento de sus estudiantes son mujeres, quienes se especializan en pastelería, confecciones, textilería, cosmetología, computación o cuidado de niños. «Son michas las oportunidades para que ellas puedan seguir escalando», comentó.
Inés Ayllón agregó que nunca es tarde para aprender y lo evidencia la asistencia de estudiantes de todas las edades. «Hemos descubierto su capacidades, sus metas y las están logrando. La decisión es de cada persona y ellos han decidido salir adelante», puntualizó.
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