Especialista en temas de narcotráfico Jaime Antezana señala que los programas de cultivos alternativos han fracasado.
Los productores de hoja de coca el distrito de Pebas, provincia de Mariscal Ramon Castilla, Loreto, amenazan con actos de violencia similares a los registrados en el Baguazo de 2009, si las autoridades intentan ejecutar una operación en contra de los cultivos de hoja de coca, alertó en RCR el especialista en temas de narcotráfico, Jaime Antezana.
El analista dijo que la protesta se ha mantenido en un estado de tensión por la presencia del Programa Especial de Control y Reducción de Cultivos de Coca (Corah), ya que la mayor parte de la población solo se dedica al sembrío de esa planta para el narcotráfico.
«Hay una situación tensa porque los mestizos, colonos israelitas e indígenas boras sostienen que no tienen otra alternativa de subsistencia, ya que no ha funcionado el sembrío de cacao y otros productos alternativos que llegaron el 2016», explicó Antezana.
El especialista en temas de narcotráfico recalcó que casi todos habitantes de Pebas se dedican al cultivo de la hoja de coca, en especial en la zona de San José de Cochiquinas, donde la población ya ha reaccionado contra la erradicación y lo mismo puede ocurrir en el resto del distrito ya que no hay alternativas salvo la extracción de madera que también es una actividad ilegal
Jaime Antezana relató que el Estado realizó operaciones de erradicación de cultivos de coca el 2015 en San Gabán (Puno) y Pebas (Loreto), pero las familias han vuelto a la misma actividad ya que ninguno de los cultivos alternativos como el cacao o la piña pueden competir en precios con la hoja de coca.
El analista dijo a Red de Comunicación Regional que pese a la distancia entre San Gabán y Pebas, la pasta de coca y cocaína que se elabora en pozas de maceración es transportada al estado de Acre, en Brasil, donde operan dos carteles del narcotráfico que distribuyen la droga en su país así como en Asia y Europa.
«La única forma que tiene el Estado de hacerse presente, es a través de la erradicación, no hay otra forma, pero los programas que se han implementado han sido débiles, sin criterio de sostenibilidad, y la población ha vuelto a la normalidad, es decir a los cultivos de hoja de coca», dijo Antezana
El analista puntualizó: “es posible que haya brotes de violencias, posibles enfrentamientos, por eso habría que exigir que la policía no actúe como en San Gabán, donde han fallecido al menos dos cocaleros. Se debe evitar eso con los indígenas boras que también participan en la producción de hoja de coca ilegal».