RCR, 15 de diciembre de 2020.- Carmen Murguía, analista del Programa del Fondo de Población de las Naciones Unidas, dijo que la pandemia del COVID-19 ha puesto al descubierto que en el Perú existe una discriminación en el acceso a la salud y a la educación. En ese sentido, destacó la necesidad de visibilizar la discriminación como una violación a los derechos humanos, para establecer una actitud inclusiva para todos los peruanos y peruanas.
“La pandemia del COVID-19 nos ha enrostrado que somos un país desigual y que no todos los peruanos y todas las peruanas tenemos las mismas oportunidades de acceder a los servicios de manera oportuna y ejercer plenamente todos nuestros derechos. El mayor desafío está en contar con mejores y más servicios de calidad para prevenir la violencia y la discriminación, atender los casos que ya ocurren, garantizar el acceso a justicia y generar campañas que nos involucren a todos y todas”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
“Hemos querido visibilizar la discriminación como una violación a los derechos y que se pueda reconocer en la agenda pública y en la agenda política, pero sobre todo invitar a una reflexión sobre el tema y que nos lleve a cambiar actitudes y comportamientos discriminantes hacia actitudes y comportamientos de respeto y no discriminación, más bien actitudes inclusivas para todos y para todas”, subrayó.
Remarcó que “esta discriminación no afecta a todos y todas por igual, afecta principalmente a ciertos grupos de la población”. “Entre estos grupos están las personas que viven con VIH o la comunidad LGTBQ. Tenemos también las personas indígenas amazónicas y andinas, las personas migrantes, entre otros muchos grupos. El Ministerio de Justicia y Derechos Humanos identifica a 13 grupos en situación de especial protección, a los cuales las actitudes discriminantes se enfocan en estos grupos cuando tienen los mismos derechos que todos y todas”, indicó.
“Hay que respetar los derechos humanos de todos y todas sin ninguna distinción, tenemos la Constitución que así lo indica, tenemos la Declaración de Derechos Humanos, que tiene carácter vinculante, tenemos una serie de normas, nosotros debemos tener la aceptación de la diferencia como una cosa que nos da valor, no como algo que nos distancia o que nos hace tener conductas discriminantes”, enfatizó.
“Cuando encontremos ese balance y ese encuentro en un país que es pluricultural, multilingüe, donde hemos pasado además etapas muy difíciles con el tema del terrorismo, tenemos que reconciliarnos con los derechos de todos y todas, con esa necesidad de llegar al bicentenario, con un país más justo y respetuoso, donde todos y todas ejercen sus derechos plenamente, más allá de su raza y su religión, de su orientación sexual, de su grupo político, etcétera”, destacó.
Respeto a los derechos humanos
Aseveró que “el día que ya no tengamos que hablar de tolerancia, vamos a estar mucho mas cerca del ejercicio pleno de los derechos humanos de todos y todas, porque vamos a cambiar tolerancia por respeto”. “No se trata de que yo tolero tus ideas, sino respeto tus ideas y busco ese consenso constructivo para que todos y todas podamos poner en consideración nuestras opiniones y respetar las ideas y posiciones de otros y los derechos de todos y todas”, observó.
“Yo creo que hay que mirar las cosas de manera optimista y positiva, hemos avanzado, tenemos normativas políticas que protegen los derechos humanos, que protegen contra la discriminación, tenemos un plan nacional de derechos humanos al 2021 que tiene metas importantes que alcanzar. Sin embargo, el gran desafío esta en llevar las políticas y esas normativas al día a día, en la vida cotidiana, para no restringir los derechos de las personas para acceder a una educación, a un empleo digno y a salud”, afirmó.
“Es muy importante avanzar en normativa, esto es un tema clave. Sin embargo, luego hay que garantizar que esa normativa se cumpla, hay que hacer seguimiento, y no es un tema del Estado, sino también de la sociedad y de la vigilancia social para que esas normas se cumplan. De repente, hay la sensación de que, si se va un servicio, si se accede a la justicia no va a pasar nada, por tanto, me quedo ni denuncio la situación de discriminación”, apuntó.
Afirmó que “todos los servicios son proveídos por personas y lo que tenemos que hacer es capacitar permanentemente y sensibilizar a todos los proveedores y operadores de servicios para que conozcan la normatividad y la apliquen en el día a día y en lo cotidiano”. “El tema es complejo, porque hay estructuras sociales en los que se ha arraigado la discriminación sustentadas en prejuicios, hay que hacer cambios sustantivos, la norma ayuda, pero hay que hacer un seguimiento exhaustivo para que esto no ocurra”, expresó.
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