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LA NEUROCIENCIA: GRAN ALIADA DE LA EDUCACIÓN

RCR, 20 de junio 2019.- La educación está en proceso de dar un gran avance gracias a la neurociencia, disciplina que ha logrado importantes descubrimientos sobre la forma en la que funciona el cerebro, señaló Aitor Álvarez Bardón, doctor en Psicología y Ciencias de Educación.

Álvarez Bardón, quien es director del Máster en Neuropsicología y Educación de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) – España, declaró al programa Hablemos de Educación de Red de Comunicación Regional, que el campo de la educación se beneficiará de los avances de la neurociencia.

El especialista indicó que la neurociencia nos permite comprender como funciona el cerebro y eso sirve para establecer formas de educación. «Si sabemos cuándo, cómo, por qué y qué aprende el cerebro, sabremos cuándo, cómo y por qué y qué vamos a enseñar», señaló.

Agregó que la neurociencia ayuda a pasar de la cultura de la opinión, en la que los docentes elaboraban su metodología en base a lo que consideraban mejor para los estudiantes, a una cultura de los hechos y las evidencias que permiten saber lo que realmente funciona para el proceso pedagógico.

Álvarez Bardón precisó que el cambio de paradigma no significa que lo hecho anteriormente estaba totalmente incorrecto, sino que ahora se puede aplicar mejores y más productivos métodos de enseñanza.

El doctor en Psicología también destacó que la neurociencia ayuda a comprender la diversidad, lo que implica que todos los estudiantes no aprenden en el mismo tiempo.

Como ejemplo, señaló que los planes curriculares establecen que los niños y las niñas deben aprender a leer a los cinco años de edad, pero la neurociencia ha determinado que recién a partir de los seis años de edad ha madurado el área cerebral que trabaja el área visoespacial que está involucrada en el proceso lectoescritor.

Por lo tanto -anotó Aitor Álvarez Bardón- vemos un problema en la demora del aprendizaje de la lectura, cuando solo es parte de un proceso de maduración natural.

El especialista agregó que la neurociencia también nos permite concluir que cognición y emoción son un binomio inseparable. «Aprendizaje y emoción van unidos, porque comparte redes neurales. La emoción influye en la memoria y la atención. Por eso es importante emocionar y concitar la atención de los alumnos», manifestó.

Agregó que para conseguir el aprendizaje, se debe adaptar la enseñanza a la forma cómo el cerebro aprende, y lo hace con métodos no rutinarios, de forma cooperativa y teniendo en cuenta los tiempos de atención.

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