RCR, 06 de Diciembre 2024.- Stephanie Maita, economista senior del Instituto Peruano de Economía (IPE), señaló que el incremento de la inseguridad alimentaria está vinculado al retroceso económico y la pérdida de empleos en el país. Asimismo, destacó que el deterioro de las condiciones de alimentación ha tenido un impacto significativo, especialmente en Lima Metropolitana.
“No solamente se refleja el deterioro en el promedio nacional, sino que también hay diferencias marcadas dentro de las regiones. Hay 20 regiones del país que se encuentran en un nivel de hambre, peor a lo registrado en 2019, y dentro de estas hay 8 que están peor que hace 14 años. Hablamos de regiones como, Ucayali, Apurímac, Junín, entre otras”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Maita subrayó que Lima a diferencia de otras regiones, ha alcanzado el 30% de pobreza, lo que ha impactado en el déficit calórico de las poblaciones de zonas urbanas. “Según el INEI, al segundo trimestre del 2024, más o menos un 39% de la población en Lima presenta déficit calórico. Y esta cifra es como 10 puntos porcentuales más de lo que observábamos en promedio hace una década, y esto claramente está asociado al incremento de la pobreza, la reducción del empleo, entre otros”, precisó.
Explicó que existe una relación directa entre el crecimiento económico y la desnutrición, considerando que el crecimiento proyectado del PBI del 3% es insuficiente para reducir las cifras de inseguridad alimentaria.
“Si queremos que Perú retome nuevamente esta senda rápida que teníamos de reducción de la pobreza, de la desnutrición crónica infantil, también las mejoras en la calidad de alimentación que perciben los peruanos, es sumamente importante que volvamos a crecer a las tasas que teníamos antes del 2014, que es alrededor del 6%. Para ello es fundamental que haya una mejor articulación tanto entre el sector público y privado”, declaró.
Sostuvo que los programas sociales contribuyen a mejorar el problema, sin embargo, resaltó la necesidad de rediseñar esta estrategia para adaptarlos a la nueva realidad del país.
“La pobreza ya no está concentrada en zonas rurales, por lo tanto, los programas que la atendían en zonas rurales tienen que modificarse o migrar para atender mejor a las poblaciones vulnerables ahora en zonas urbanas”, afirmó.
Finalmente, Maita indicó que los choques económicos sufridos tras la pandemia han colocado al Perú en el puesto 38 de 127 países en términos de retroceso, un resultado que refleja un mayor impacto en comparación con otros países de la región.
“Además del retroceso que también han experimentado estas regiones, el de Perú ha sido mayor, entonces es lo que ha retrocedido, lo que ha hecho retroceder más a nuestro país frente a estos otros”, concluyó.
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