Redacción RCR
Epifanio Baca, coordinador ejecutivo del grupo Propuesta Ciudadana, destacó que el impacto de la minería en el desarrollo económico de las regiones ha sido evidente en el aumento de los ingresos y el consumo. También en un aumento de infraestructura básica, una reducción de la pobreza, el crecimiento de las exportaciones y el aumento de empleos.
“En el tema del desarrollo económico, los indicadores son el aumento de los ingresos y el consumo. También hay un aumento de infraestructura básica, hay una reducción de la pobreza, las exportaciones crecen y el aumento del PBI y el impacto en el empleo. También hay un impacto negativo en la inequidad entre lo urbano y lo rural, y se observa una reducción de la actividad agropecuaria”, afirmó.
Explicó que el impacto de la minería y el canon en los territorios se miden en base a cuatro niveles. “El impacto en el desarrollo económico, en el desarrollo social, en la eficiencia del gasto público y en el medio ambiente. El resultado en el desarrollo económico de 10 investigaciones realizadas, 7 muestran impactos positivos y 3 negativos”, precisó, en la conferencia “El desafío de la descentralización, minería y desarrollo”, realizada en el Jueves Minero del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).
“En el desarrollo social de 6 investigaciones, 2 arrojan impactos positivos y 4 negativos. En la eficiencia del gasto público de 3 investigaciones, 2 arrojan resultados negativos. En medio ambiente de 2 investigaciones realizadas, ambas arrojan resultados negativos”, expresó.
Señaló que en el aspecto de desarrollo social hay un incremento de la infraestructura educativa y en el rendimiento escolar. “Lo negativo es el incremento de la inmigración de la población rural hacia los entornos mineros, el incremento de los conflictos políticos y socioambientales, se reduce la participación de las comunidades en los espacios de toma de decisiones públicas, hay un incremento del clientelismo y la corrupción a escala regional y local”, apuntó.
Lamentó que en tema de la eficiencia de la gestión pública no se encuentra impacto positivo. “Todo es negativo, traducido en el aumento de la dependencia del canon y regalías, lo cual es volátil. También se reduce la calidad del gasto y hay un aumento de la pereza fiscal. En temas ambientales, hay reducción del acceso al agua para el consumo y la agricultura, y un aumento de la percepción de la contaminación”, observó.
Expresó que la reforma descentralista ha fracasado en su diseño y en los objetivos que se propuso. “En estos 15 años de descentralización no hemos avanzado mucho en salir de este problema estructural que tenemos en el país. Hay grandes brechas territoriales en desarrollo económico y social, es decir un desigual crecimiento económica y de dinamismo de los departamentos, que está correlacionado con el desigual desarrollo de infraestructura y servicios”, aseguró.
“En la descentralización hay una superposición recurrente de funciones y competencias. A pesar que esto se ha identificado hace 10 años, no ha habido de los distintos gobiernos una voluntad para arreglar estas superposiciones. El gobierno central y los gobiernos regionales y locales están haciendo la misma cosa, se entrecruzan y no hay una intervención planificada y ordenada en los territorios en los servicios de salud, educación o agricultura”, puntualizó.
“Las empresas pagan impuestos, pero su característica es su alta volatilidad. Es importante que las rentas lleguen al territorio desde la fase de la explotación. Estos modelos de adelanto del canon han tenido problemas. Las poblaciones deben recibir por regalías desde el inicio, porque el impuesto a la renta demora más, como ocurre en Las Bambas, que van a llegar después de 6 años”, agregó.