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HURACÁN MICHAEL DEJA UNA ESCENA DE GUERRA EN NOROESTE DE FLORIDA

Fuente: El Comercio 

Panama City. Loren Beltrán perdió su casa a manos del huracán Michael que azota Florida este miércoles. Ahora espera que pase la tormenta en Panama Beach, pero un árbol tumbado y propulsado por los vientos de 250 Km/hora irrumpió por una ventana y ahora el agua no deja de entrar.

«Mi casa en Mexico Beach está bajo el agua», dice Beltrán, de 38 años, luego de haber recibido fotos que mostraban las viviendas inundadas hasta el techo. «Perdí todo lo material, pero gracias a Dios estamos bien».

El epicentro del huracán de categoría 4 tocó tierra a primera hora de la tarde en Mexico Beach, un poblado a unos 32 Km al suroeste de Panama City donde la tormenta está dejando un escenario de guerra.

La fuerza del viento era tal que llovía horizontalmente. Una pared de agua y potentes ráfagas azotaron la ciudad, lanzando escombros por todas partes. Incluso los edificios de ladrillo quedaron parcialmente colapsados y parecía haber más árboles caídos que de pie.

Contenedores de metal, antenas satelitales, trozos de techos, árboles y semáforos estaban desperdigados en medio de las calles, según un reportero de AFP en el lugar.

Sabiendo que la destrucción sería mayor en Mexico Beach, Loren Beltrán y su hijo de 3 años se refugiaron en la casa del novio en la vecina Panama Beach, porque es una construcción diseñada para resistir vientos de 180 millas por hora (290 Km/hora).

Pero no contaron con que se trata de una vivienda rodeada de árboles y pinos.

«Se oían bien feo los vientos, como un gran monstruo de televisión», dijo esta contadora de origen salvadoreño que habló con AFP durante la aterrorizante calma del ojo del huracán. «Ahora viene la segunda parte».

«Primero se cayó un árbol y como a la hora oímos otro ruido y es como que el viento lo empujó para adentro, en una recámara», contó. «Yo estaba adentro de ese cuarto unos cinco minutos antes».

El agua entra a la casa desde ese cuarto y a través del techo, donde han caído incontables objetos, según dice Beltrán. Ella y su pareja se apresuran a colocar toallas «y otras cosas» para tratar de bloquear el huracán.

«Hay muchos árboles encima de la casa ahora, están destruyendo la casa», continuó.

Pero las autoridades han advertido que la marejada puede aumentar el nivel del mar hasta 3,6 metros, y esa posibilidad se cierne sobre Beltrán y los suyos.

La casa está a pocos metros de la bahía y el agua está subiendo.

«Lo que nos está preocupando es que el agua suba tanto que llegue a la casa».

Las autoridades han advertido incesantemente a los residentes que abandonaran el área antes de que Michael golpeara la franja noroeste de Florida, que por su geografía es conocida como el «panhandle» en inglés y que se extiende a lo largo del Golfo de México.

Cientos de miles de personas recibieron órdenes de evacuación obligatoria, pero el gobernador dijo el miércoles a los residentes que aquellos que no se fueron deben quedarse en sus casas porque ya es muy tarde para irse del lugar.

En su boletín de las 21H00, el Centro Nacional de Huracanes (NHC) degradó el huracán a categoría 3, luego de que los vientos cedieran un poco y bajaran a 205 Km/hora a medida que el centro de la tormenta se adentra en tierra firme.