RCR, 27 de marzo de 2020.- El analista en temas económicos y columnista del diario Expreso, César Gutiérrez, sostuvo que a raíz de la crisis generada por la pandemia del Covid 19 no va a ser posible evitar la quiebra de empresas con la consiguiente ola de despidos. “Las ayudas van a ser solo para aquellas empresas que tengan demandas garantizadas, como, por ejemplo, las empresas del rubro de alimentos. El sector manufactura ya venía en decrecimiento antes de la crisis del coronavirus y el sector construcción depende de los recursos de la gente que van a estar bien menguados”, dijo.
“Se va a tener que trabajar con el sector bancario porque se puede reproducir la rotura de la cadena de pagos del periodo 1998-2000 por la crisis rusa y del sudeste asiático. Hay que evitar que ello suceda, remarcó. Los bancos ya deben estar tomando su previsión para llegar acuerdos con las personas que están endeudadas. El sector bancario tiene que flexibilizarse, porque después de las cuarentenas viene una etapa bien difícil y la recuperación va a ser muy lenta”, explicó.
Remarcó que el crecimiento del Perú para este año estaría entre cero y negativo, pero consideró que no es posible prever cuánto. “El Perú es un país primario exportador cuyos ingresos permiten que otros sectores como la construcción, la banca, el consumo y el doméstico crezcan. El sector primario exportador va a estar muy afectado, China que es nuestro principal mercado nos va a comprar menos y a menor precio. Tendremos menos ingresos y eso va a repercutir a los sectores transporte, combustible y eléctrico”, precisó.
También aseveró que el gobierno está exhibiendo una preocupación por la población vulnerable, pero de una forma voluntarista y con poco conocimiento, porque tampoco no escucha. “Ha destinado un bono de 380 soles para tres millones de personas sin saber cómo repartir ese dinero. Se está repartiendo solo con voluntarismo, que tenga el DNI y tenga el SIS”, afirmó.
“Yo recomiendo el uso de las estadísticas del programa del Fondo de Compensación Social Eléctrica (que se implementó el 2001), que tiene identificados a cuatro millones y medio de hogares con un consumo eléctrico tan bajo que se identifica como pobreza extrema. Debió tomarse esa referencia para entregar los bonos”, dijo.
Asimismo, sostuvo que, amparados en esta crisis sanitaria, hay grupos y organizaciones que pretenden sacar provecho político e ideológico y están promoviendo profundizar el concepto estatista en el manejo económico del país. “Eso hay que responder de inmediato, porque ello llevaría a relativizar la presencia de la inversión privada como motor del desarrollo y crecimiento del país”, señaló.
Fiscalización
De otro lado, indicó que la Contraloría General de la República debería de fiscalizar las adquisiciones que viene realizando el gobierno, entre ellas la compra de las pruebas rápidas y moleculares para detectar el coronavirus, con la finalidad de dar seguridad a la ciudadanía de que no hay irregularidades en el uso de los fondos del Estado.
Sin embargo, sostuvo que el ente que lidera el sistema de control en el país deja muchas dudas en su gestión. “Yo no creo en esta Contraloría que se vaya a preocupar de los grandes montos. Hoy día pende una gran duda sobre esta compra de 80 millones de soles pruebas rápidas y pruebas moleculares ¿Los proveedores eran los únicos que podían vender? ¿Era el precio? Es un tema que debió de haber visto la Contraloría el día uno para dar seguridad a la ciudadanía”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Remarcó que “la Contraloría es una gran decepción, porque las grandes cosas no las ve”. “Por ejemplo, Chinchero: se ha quedado callado, Talara: se ha quedado callado. En los grandes proyectos guarda un gran silencio, un gran temor reverencial al Ejecutivo, parece su aliado y no su fiscalizador. Sin embargo, pondera los casos de menor cuantía”, indicó.
Señaló también que el Gobierno debió de prever la insuficiencia del número de pruebas cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) dio la alerta mundial por el Covid 19. “Desde el día uno en que se presentó el primer contagiado (el 6 de marzo) hasta el cierre de fronteras (el 16 de marzo), 120 mil personas ingresaron al país. De esas, se habrían evaluado a diez mil. Estamos hablando de 110 mil personas, de las cuales no sabemos cuántas estuvieron contagiadas. La estadística dice que por cada contagiado hay tres más”, comentó.
Señaló que “ahora en este segundo periodo de la cuarentena decretada que se extenderá hasta el 12 de abril también hay dificultades dado que las pruebas moleculares, esas 300 mil que se han comprado, no sabemos exactamente cuando llegan, porque las que están llegando este fin de semana son las pruebas rápidas que, según algunos especialistas, no son las más adecuadas para detectar los casos de coronavirus”.
“La gran duda es qué va a pasar el 12 de abril. La pregunta es si podremos fijar una tendencia en el número de contagiados. Lamentablemente a partir del 12 de abril esto no aguanta más porque la economía está complicada y se va a tener que flexibilizar para que la gente salga en una situación en la que el diagnóstico sanitario va a ser insuficiente”, precisó.
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