RCR, 19 de Diciembre 2021 .- Herberth Cuba García, especialista en políticas de salud pública y columnista del portal El Montonero, señaló que el Gobierno no ha realizado una campaña de información para convencer a toda la población que las vacunas contra el covid-19 no hacen daño. También dijo que las protestas en Ica contra las vacunas se deben a la exigencia adicional del carnet de vacunación.

“Seguimos equivocándonos en lo mismo. La desinformación se combate con más información, con más evidencia científica, con demostración de que la vacuna no hace daño. Si el gobierno dijese: son 46 millones de vacunados, de los cuáles no hemos tenido ningún efecto severo, la población iría con mucha confianza. La ley de vacunación para la pandemia, señala que el gobierno tiene la obligación de hacer un meticuloso monitoreo de seguridad de las vacunas, que se llama la farmacovigilancia de las vacunas y darlas a conocer”, dijo.

Remarcó que el Gobierno debe demostrar que está preocupado en que a la gente le va bien con la vacunación. “Es importante tomar en cuenta que en el mundo entero se han vacunado igual. Y llegan mensajes por las redes sociales sobre supuestos efectos de la vacuna, que el gobierno no deslinda, no aclara. No hay una información del riesgo de un modo adecuado por parte del ministerio de Salud”, indicó a través de Red de Comunicación Regional (RCR).

Precisó que las protestas en Ica contra las vacunas tienen cuatro dificultades. “La primera de ella es que los sectores rurales han sido los que menos acceso han tenido a la vacunación. En segundo lugar, la población amazónica, originaria, también ha tenido serias dificultades en el abastecimiento de las vacunas. También las poblaciones dispersas, aquellas que viven en poblaciones muy distantes unas de otras, y sin medios de comunicación”, expresó.

“Con esta protesta en el sur, es evidente que la lectura simplista es decir que son antivacunas. Creo que la gente protesta porque se le introduce un requisito más para ejercer sus derechos ciudadanos. Además, en esta protesta se suma con toda seguridad, gente que está vacunada, se suma gente que no acepta este tipo de requisitos, porque les complica la vida. La solución a este tema, pasa por otra estrategia. Y la estrategia más simple para ésto es la estrategia primaria de salud, con enfoque comunitario”, apuntó.

Señaló que el problema fundamental de la exigencia del carnet de vacunación es que la medida no tiene impacto sanitario. “El problema fundamental no está en que tengas el carnet, que te hayas olvidado el documento físico, o que no tengas el teléfono inteligente para poder mostrarlo, en la puerta de los establecimientos. Todas esas complicaciones que se le pone al ciudadano común, quizás no lo sea para las clases alta o media alta, pero para la gente más   pobre, que ni siquiera tiene internet, esta exigencia es absurda”, apuntó.

“El gobierno mismo señala que el 76 % de la población ya está vacunada, sujeta a lo programado. O sea, con una alta tasa de vacunación, introduces un carnet de vacunación, como si el Perú tuviera una vacunación de 40 o 30 %. El impacto que se espera tener es en los bolsones que no se vacunan, o sea, las comunidades originarias y nativas, las altoandinas, las comunidades dispersas, esas son las que tienen mayor problema de acceso a la vacunación, y a ellas son las que castigas con este carnet de vacunación”, subrayó.

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