Gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), Diego Macera, cuestionó también la excesiva desinformación sobre el emprendimiento minero de Tía María (Arequipa) y los mejoramientos y cambios realizados al desarrollo de dicho proyecto, por limitaciones de carácter comunicacional.

RCR, 14 de agosto 2019.-  La falta de voluntad y determinación del gobierno por hacer cumplir la realización de los proyectos de inversión, especialmente mineros, del país, resulta muy preocupante y es “una mala señal” para la inversión privada, en general, denunció el gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), Diego Macera.

“Es preocupante, en vista de no sólo Tía María, sino de los proyectos que vienen después, sobre cuál es la voluntad del Ejecutivo para comprarse algunos pleitos que pueden ser costosos, en términos políticos, pero que tiene la responsabilidad de hacerlo. El Ejecutivo tiene la responsabilidad de hacer cumplir el Estado de Derecho, y esa es su principal tarea. Está para hacer cumplir las leyes”, subrayó.

En ese contexto, expresó su preocupación por el pobrísimo desempeño de la inversión privada no minera que, en lo que va del año, registra niveles porcentuales de cero y negativo.

“Esto es preocupante porque te marca un clima de menos generación de empleo y, eventualmente, de menos calidad de vida para la población. Lo único que teníamos para este año que nos hacía inversión privada en positivo, era la inversión minera. Y una inversión minera en proyectos como, justamente, Tía María y Quellaveco… Si estamos poniendo estos grandes proyectos en riesgo, y si no nos estamos comprando, desde el gobierno el rollo de tratar de sacarlos adelante, es difícil que nos vayamos a poner la camiseta en proyectos mucho más chicos”, enfatizó.

En declaraciones a Red de Comunicación Regional (RCR), Macera cuestionó también la excesiva desinformación sobre el emprendimiento minero de Tía María (Arequipa) y los mejoramientos y cambios realizados al desarrollo de dicho proyecto, debida en gran parte a las limitaciones de carácter comunicacional sobre los beneficios que generará esta inversión para el país.

“Y más importante que los beneficios económicos, incluso, son las preocupaciones de la población en el valle del Tambo”, anotó.

En ese sentido, criticó que se haya limitado la comunicación sobre los cambios aplicados al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de Tía María.

“Por ejemplo, todavía es poco conocido que no se va a usar agua del río Tambo, sino que se va a tomar agua del mar para desalinizarla y usarla en el proyecto. Que la mina no va a estar localizada en la parte fértil del valle, sino más bien al otro lado del río, en una zona mucho más desértica. Estos son muchos puntos de los que se ha comunicado de manera insuficiente. Y aquí hay una responsabilidad, tanto de la empresa, como del Estado”, puntualizó.  

En todo caso, señaló que el déficit comunicacional sobre el proyecto Tía María no puede ser una causal para que dicho emprendimiento no se desarrolle.

Suspensión de licencia de construcción a Southern genera incertidumbre a inversionistas

Advirtió también que la decisión del Consejo de Minería de suspender la licencia de construcción a Southern Perú, en tanto se mantengan las protestas y la convulsión social en torno al proyecto Tía María, genera un clima de incertidumbre para los inversionistas que quieran venir al Perú, además de envalentonar a algunos grupos decididamente antimineros y con los que poco se puede dialogar.

“Es un precedente peligroso, porque lo que te está diciendo el Estado es: ´no importa, en realidad, si ya cumpliste con todos los estándares ambientales, si ya sacaste todos los permisos, si tienes en realidad el derecho de construir´, porque si ya has pasado por todo este proceso; eso no importa, (pues) ´en la medida que haya alguna protesta, grande o chica, alrededor de tu proyecto, yo Estado te puedo cancelar o te puedo suspender la licencia”, remarcó. 

En todo caso, consideró que existen muchos espacios de dialogo para encontrar consensos entre la población que tiene una preocupación ambiental legítima, y una preocupación económica sobre el modo de vida y el trabajo que va a generar la mina.   

En audios filtrados se percibe falta de voluntad del gobierno por impulsar Tía María

Indicó, asimismo, que en los audios filtrados de la reunión del jefe de Estado con las autoridades ediles y regional de Arequipa, se percibe que no había una voluntad muy clara del gobierno para desarrollar el proyecto Tía María.

Por ello, lamentó que el presidente, Martín Vizcarra, “haya querido quedar bien con Dios y con el diablo, dependiendo de lo que quiera escuchar el interlocutor, cambiando un poquito la versión”, según sea el consultado.

“Y eso te termina llevando a pelearte con todos. Y hoy tienes grupos más de izquierda que critican al presidente por haber otorgado la licencia, en primer lugar. Y tienes a grupos más proinversión que critican al presidente por luego haberla suspendido”, apuntó.

Crecimiento de economía del 2019 cerraría en 2.5 %, con tendencia declinante

De otro lado, el titular del IPE informó que las estimaciones de su instituto sobre las proyecciones de crecimiento de le economía nacional para el presente año, son de una tendencia declinante que, de haber estado inicialmente fijada en 4 %, está proyectada ahora a cerrar el año con un 2.5 %, lo cual –anotó- también es preocupante “porque esto se traduce en menos empleo y menos capacidad de superación de la tasa de pobreza”.

“Y 2.5 % que pensamos, incluso, que se podría revisar a la baja, en función a lo que pueda pasar  en los siguientes meses, con consumo e inversión privada. Ahora, eso no significa que el 4 % haya sido una buena tasa. (Porque) 4 %, incluso en el contexto internacional de largo plazo, ya es una tasa mediocre. El Perú es un país que, haciendo las cosas bien, con el potencial que tiene, y con el PBI per cápita que tiene, y que es relativamente bajo, debería estar creciendo al 5 ó 6 %”, detalló.

En otro momento, Macera recordó igualmente que debe entenderse que la inversión privada es el motor de la economía. 

“Mucha gente piensa que la inversión pública es lo que nos va a hacer caminar. O la creación empleo o (de) tributos. Y lo que tiene que quedar claro es que todos estos puntos empiezan con inversión privada, sea grande o chica. Inversión privada es lo que genera puesto de trabajo. Los puestos de trabajo generan consumo. Y tanto la inversión, los puestos de trabajo, y el consumo generan tributos, para con eso tener inversión pública y gasto público. Pero la cadena empieza a girar con la inversión privada”, concluyó. 

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