Fuente: Diario Exitosa
Comisión Interamericana de Derechos Humanos detalla los problemas que vive Venezuela y exige a su Gobierno aceptar ayuda internacional.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), ente autónomo de la OEA, denunció un “alarmante” deterioro de la institucionalidad democrática y el respeto de los derechos humanos en Venezuela.
Se agudiza la crisis
“El debilitamiento de la institucionalidad democrática en Venezuela se observa desde 2002, pero en los últimos dos años, y especialmente en 2017, ha tenido una profundización e intensificación alarmantes”, afirma la CIDH en un informe que documenta abusos y desviación de poder por parte del gobierno de Nicolás Maduro.
El reporte de la CIDH es el tercero en 15 años en señalar un agravamiento de la crisis institucional y de derechos humanos que atraviesa Venezuela, después de informes en 2003 y 2009, elaborados bajo mandatos del entonces presidente Hugo Chávez, fallecido en 2013.
“Venezuela no puede continuar eludiendo indefinidamente sus responsabilidades internacionales en materia de derechos humanos”, dijo el presidente de la CIDH, Francisco Eguiguren, al presentar el documento. El reporte incluye 76 recomendaciones a poner en práctica “con máxima urgencia” para recuperar la integralidad de la institucionalidad democrática y el respeto de los derechos humanos.
“Es urgente que el Estado de Venezuela asuma y reconozca la gravedad de la situación, atienda las recomendaciones realizadas en este informe, y acepte los ofrecimientos de cooperación internacional que buscan el bienestar de sus habitantes”, agregó, instando al gobierno venezolano a permitir una visita en el terreno de la CIDH.
Desprecio por la democracia
En Venezuela hay un “desprecio por el estado democrático de derecho”, asegura el reporte, demostrado por una “inobservancia del principio de separación de poderes” y una “usurpación de funciones del Poder Legislativo” por parte del Ejecutivo y el Judicial.
“La Asamblea Nacional (Congreso), democráticamente elegida, ha sido seriamente impedida de ejercer sus funciones constitucionales por parte del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ)”, subraya la CIDH. Ante las protestas contra el gobierno de Maduro por esta situación, que entre abril y julio pasado dejaron más de un centenar de muertos y miles de detenciones arbitrarias, la CIDH expresa su “más enérgico rechazo” a la represión estatal.
Además, el reporte da cuenta de violencia sexual, censura, represalias contra disidentes, inseguridad ciudadana, criminalidad, limitaciones a los derechos políticos, desabastecimiento de alimentos y medicinas, desnutrición y carencias sanitarias, en medio de hiperinflación y altos niveles de corrupción e impunidad.
Este informe cuestiona la legitimidad de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) oficialista, creada a instancias de Maduro y que rige con poderes absolutos desde agosto pasado, y pone en duda la idoneidad del Consejo Nacional Electoral (CNE), por no presentar “las garantías mínimas de independencia e imparcialidad”.