RCR, 26 de Junio 2024 .- El economista Víctor Vargas, docente de la Universidad Nacional de Cajamarca, consideró que es necesario poner en marcha importantes proyectos mineros como Colpayoc y Michiquillay, que se encuentran paralizados por falta de acciones concretas del Estado. Señaló que la interrupción del proyecto minero Conga le está pasando la factura a Cajamarca, al ser el departamento más pobre del país.
“Cajamarca es el departamento más pobre, no por el informe del INEI del año 2023, sino desde hace más de 10 años. Michiquillay es esencialmente es cobre. Southern la tomó en concesión el 2018, van 6 años y están todavía completando trabajos en lo social y en la exploración. No hay una situación que quiera tomarse a un ritmo diferente y que permita su explotación. Entonces eso es realmente complicado”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR)
Sostuvo que la situación de Colpayoc es bastante similar. “Hay una oposición de ciertos sectores, porque los propietarios donde se va a desarrollar la minería que es una cooperativa de trabajadores están de acuerdo. Sin embargo, el entorno se opone y eso nos hace ver que es un tema bien similar a lo que ocurrió en Conga. En Conga se opuso el entorno que consideró que no iba a ser beneficiado y ocasionaron lo que han ocasionado”, indicó.
Manifestó que Cajamarca lleva prácticamente casi 15 años de obstáculos contra la industria minera. “El desarrollo de la minería trabado. Ahí hay que hacer algo y desde esa perspectiva el Ministerio de Energía y Minas tiene que tener un rol más proactivo en Cajamarca. El Estado es el que tiene que promover las inversiones, pero estando en los lugares”, afirmó.
Consideró que las autoridades del país no hacen nada en concreto para impulsar la minería en Cajamarca. “Dicen que tiene un potencial minero importante, pero no se hace nada. Por ejemplo, en términos de infraestructura vial, en términos de mejorar las condiciones de vida en el campo a través de salud y educación principalmente, pero también a través de una red de carreteras y algo que en Cajamarca falta que es el agua”, expresó.
Mencionó que el impacto que generó la interrupción del desarrollo del proyecto Conga todavía sigue pasando la factura a Cajamarca. “Eso hizo que muchas empresas pusieran en suspenso sus actividades para explorar, para hacer operaciones de producción en la minería. Incluso una empresa que tenía la concesión de Michiquillay la devolvió al Estado y después la volvieron a licitar y la tiene ahora la Southern”, observó.
“El trauma que generó la esta situación de Conga todavía no se no se levanta. Se ha quedado ahí estacionada como una piedra y una gran piedra que impide el desarrollo de las actividades mineras de Cajamarca y el beneficio que significa para las arcas del Estado, tanto a nivel de país como a nivel de los gobiernos regionales, universidades y municipalidades del departamento de Cajamarca”, agregó.
Sostuvo que la construcción de infraestructura de riego terminará con el discurso antiminero de los falsos ambientalistas. “Cajamarca tiene cerca de medio millón de hectáreas que tienen vocación productiva pero que no tienen agua, si ese problema se resuelve la minería camina fluidamente. Mientras eso no se resuelva definitivamente vamos a tener lo que tenemos en este momento: trabas, impedimentos y hay ciertos sectores interesados en proseguir el impedimento de la minería bajo un falso ambientalismo, entonces la cosa se complica”, subrayó.
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