RCR, 06 de septiembre 2021 .- Luis Miguel Castilla Rubio, exministro de Economía y Finanzas, destacó en el programa “Hablemos de políticas públicas” que es absurdo darle la espalda a la minería cuando es la actividad que aporta el 60% de las divisas del país y el 20% del presupuesto público. Explicó que la rotación y la incapacidad de funcionarios, la corrupción y la falta de planificación en el Estado ha impedido el cierre de brechas en las regiones.

“La minería aporta 10% del PBI, aporta un 60% de las divisas del país y un 20% del presupuesto público. Cada empleo que sale de la actividad minera, genera siete empleos indirectos, en sectores de servicios y comercio que ven en torno a la actividad minera. Gran parte de la recuperación económica de nuestro país y el repunte de las exportaciones ha sido porque la minería ha respondido ante los precios altos. Darle la espalda a la minería es un sinsentido”, dijo.

Enfatizó que hay cuatro causas que han dificultado que los recursos del canon no hayan cerrado las brechas de servicios básicos en las regiones, municipios y áreas de influencia. “Esto responde a que hay muchísima rotación de funcionarios. Lo segundo es que estos funcionarios, que están a cargo de los procesos de licitación, no tienen las capacidades. Servir ha hecho evaluaciones y muestra que más del 50% de los funcionarios no tiene la capacidad y han jalado”, precisó.

“Lo tercero es que hay mucha corrupción, mucha de la plata acaba en sobornos. También hay una tendencia de los gobiernos regionales y locales a no cerrar brechas de agua, salud y educación, sino a muchos proyectos pequeños, de dudosa rentabilidad social, como la plaza municipal o el coliseo. Ese es el drama, la falta de planificación”, apuntó.

Observó que el presupuesto para el 2022 asigna mayores recursos de lo que tenía el exministro Waldo Mendoza. “Él dejo un presupuesto con un crecimiento nominal de 5%, el ministro Francke lo ha elevado a poco más de 7% y la diferencia responde a una revisión de los supuestos de crecimiento económico y del precio de las materias primas que se están exportando, que son variables claves para determinar los ingresos con los cuales se cuenta para financiar el presupuesto”, afirmó.

“El presupuesto prioriza lo obvio, el sector salud, el sector educación, y pone énfasis adicional en agro y generación de empleos. Quizá algo interesante a diferencia de otros presupuestos es que este proyecto tiene una partida mucho mayor para el servicio de la deuda. Eso significa que van a haber más recursos presupuestales para pagar los intereses y la amortización de la deuda pública”, aseveró.

Mencionó que hace 10 años se asignaba el 5% del presupuesto para pagar el servicio de la deuda y en esta oportunidad ese porcentaje se ha incrementado a 12%. “Esto les quita cobertura presupuestal a otros usos y esto muestra que se ha deteriorado el endeudamiento, se ha incrementado, y esto les quita espacios a otros costos. La reducción reciente de la calificación crediticia del país hace la deuda externa mucho más cara. El mercado de las agencias ve que Perú va a tener dificultades en crecer a largo plazo por el cambio de modelo que ha presentado y por la parálisis de la inversión”, puntualizó.

Comentó que el presupuesto 2022 es producto de una transición. “Se le ha puesto en algunos sectores claves y creo que la espada de Damocles del futuro va a ser preservar la calificación crediticia del país y el grado de inversión. Si eso se llegara a perder sería un golpe fuerte para la manera en que se ha venido manejando la política fiscal en el país”, subrayó.

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