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ECOSISTEMA EDUCATIVO LOCAL DE ANTAPACCAY EN ESPINAR SUPERA IMPACTOS NEGATIVOS DE CRISIS POLÍTICA

RCR, 11 de junio de 2022.- Aldo Valencia, director de sostenibilidad y escala de Enseña Perú, destacó que Antapaccay ha implementado un ecosistema educativo local en Espinar, Cusco, que ha logrado superar los impactos negativos de la alta rotación de presidente y ministros en el sector y la crisis internacional. En ese sentido, señaló que es una iniciativa educativa que merece replicarse en otras regiones mineras.

“En el contexto peruano está presente la crisis política en la que vivimos, magnificada hace un par de años por una pandemia global que nos agarró de sorpresa y ahora por una guerra que mueve un poco las reglas de juego en un montón de otros aspectos de la vida en sociedad. Todos estos cambios que son incontrolables para un territorio se compensan cuando el liderazgo y la agenda común y los otros aspectos articulación son sólidos en un territorio”, dijo en el Jueves Minero “Antapaccay y el ecosistema educativo de Espinar”, organizado por el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP).

Remarcó que la importancia de tener un ecosistema educativo local articulado con una agenda con presupuesto y con participación se duplica, porque ante el cambio de presidentes, ministros y políticas macroeconómicas siguen estando de acuerdo los docentes, los directores y las UGEL de un territorio en que vamos a apostar en esto y vamos apostar en lo otro. “La importancia de un ecosistema local en el caso de Perú y en los países que son frágiles frente a los movimientos globales y cambios políticos es fundamental”, indicó.

“Esta doctrina de desarrollo territorial, una de las cosas que provee de manera sostenida, sólida y con mucho cuerpo, hemos visto en acción esos mecanismos para movilizar presupuestos en creación de espacios de articulación y creación de proyectos que aceleran la innovación, pueden provocar experiencias disruptoras, que catalizan transformaciones que luego se instala en el sistema. Estos mecanismos concretos son bien sólidos y es una combinación ganadora”, afirmó.

Enfatizó que uno de los factores de cambio sistémico en estudios de innovación social y desarrollo sostenible es la necesidad de tener una agenda común. “Es distinta de alianzas o de mesas, que también son mecanismos. La agenda incluye lineamientos verdaderos, es imposible hacer una agenda si no hay confianza. Por ejemplo, puedes poner confiar en que esa conversación va a aterrizar en transformaciones concretas y en un soporte confiable. Está mirada de ecosistema local tiene mucho sentido”, observó.

Explicó que en un ecosistema local los diferentes actores del territorio deciden una agenda, por un lado, pero también decidan cosas pragmáticas como un presupuesto. “Es parte de la fuerza de abajo hacia arriba, donde se encuentran y donde se logran las verdaderas implementaciones. Este encuentro de top-down y bottom-up es lo que se logra y articular un ecosistema educativo local se convierte en una pieza imprescindible para una transformación real”, resaltó.

Señaló que las transformaciones se logran porque hay dos fuerzas que le empujan. “Por ejemplo, el cambio curricular de hace algunos años fue producto un proceso largo de reflexión del Consejo Nacional de Educación y aterrizó en un currículo que está vigente desde el 2017, pero eso es una fuerza de arriba hacia abajo. Ninguna transformación viene solo de arriba hacia abajo, es imprescindible que haya la fuerza de abajo hacia arriba y esa es la fuerza de un ecosistema local”, precisó.