RCR, 17 de abril de 2023.- El doctor Pablo de la Flor Belaúnde dijo que la economía peruana se viene deteriorando por una caída de las inversiones mineras en 18%, así como un desplome de 5% de las inversiones privadas en general. En ese sentido, indicó que el Gobierno debe abocarse a recuperar la confianza de los agentes económicos creando condiciones facilitadoras de la inversión priva da.
“La economía peruana ha pasado a la sala de cuidados intensivos, sus signos vitales se vienen deteriorando de manera sostenida y muy pocos confían en sus médicos de cabecera y el trabajo que puedan hacer para sacarla de esta situación. Además, todo apunta a que esos mismos galenos se mantendrán en el cargo hasta el 2026”, dijo en la secuencia “El vigía” de RCR.
Remarcó que este año la inversión minera caería en 18%. “La última oleada de grandes inversiones ya se ejecutó en el sector el año pasado y en este ejercicio no tenemos ningún otro proyecto de envergadura que pueda imprimirle un nuevo dinamismo a la minería”, indicó.
Señaló que esta situación resulta especialmente preocupante si consideramos los altos precios que viene alcanzando el cobre, nuestro principal producto de exportación. “Una situación que podríamos haber estado explotando, pero que lamentablemente en este momento pues no estamos en condiciones de utilizar al máximo”, expresó.
Explicó que la causa de la desaceleración de la economía peruana se debe en primer lugar a una reducción en el consumo interno, que no es otra cosa que la suma de bienes y servicios que demanda la población. “Esto viene ocurriendo debido a la falta de perspectivas que tienen los propios ciudadanos y sus temores frente a lo que deparará el futuro inmediato”, afirmó.
“Un segundo elemento que explica esta situación de desaceleración es la contracción de la inversión privada que caería otros cinco puntos porcentuales este año, después de haberse ya asomado a terreno negativo el año anterior”, agregó.
Enfatizó que nuevamente la falta de confianza de los inversionistas frente a un entorno de incertidumbre política, exacerbada conflictividad social y falta de predictibilidad explican en buena medida esta tendencia. “No en vano los indicadores de confianza de los empresarios se vienen moviendo en territorio negativo hace casi tres años”, apuntó.
Manifestó que, si bien la situación económica del país ha experimentado un fuerte debilitamiento desde la llegada del castillismo, no es menos cierto que llevamos prácticamente una década con esta situación realmente preocupante en el ámbito económico, que nos viene pasando factura vía menor crecimiento y empleos, baja productividad y creciente informalidad.
Advirtió que la pobreza ha vuelto a subir a los niveles que tenía hace prácticamente una década y se estima que más de 700,000 peruanos están en situación de vulnerabilidad y podrían rápidamente engrosar las filas de los pobres si las circunstancias se fueran a deteriorar ligeramente.
“No es fácil salir de la sala de cuidados intensivos en la que nos hayamos internados. Para ello necesitamos un auténtico cambio de rumbo por parte del Ejecutivo. En ese sentido, resulta fundamental que el Gobierno dé señas claras y se aboque a recuperar la confianza de los agentes económicos creando condiciones facilitadoras de la inversión privada. Sin esto último, difícilmente recuperaremos el dinamismo necesario para generar el bienestar que todos los peruanos tanto ansiamos”, subrayó.
