RCR, 25 de julio de 2022.- El exministro de Economía David Tuesta señaló que el decreto supremo 014-2022-TR, que masifica las huelgas, es un desequilibrio en el funcionamiento del mercado laboral, el cual traerá más desempleo e informalidad. Precisó que la norma es un peligro para la productividad y las inversiones.
“Esto genera un desbalance en el funcionamiento del mercado laboral. Uno busca determinado equilibrio entre la oferta y la demanda, entre quién contrata y el que es contratado. El Estado está detrás de que esto sea llevado con la justicia y con los equilibrios debidos. Para ello un elemento clave es un espacio de debate en el cual se planteen los cambios que se deben hacer en los mercados”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Señaló que el espacio que existe en el Perú es el Consejo Nacional del Trabajo y este decreto supremo de los sindicatos y también el de la tercerización no han pasado por el Consejo Nacional del Trabajo. “Simplemente se han sacado por decreto, lo cual ya señala un poco esta dictadura por parte del gobierno respecto a los cambios y sin tomar en cuenta estos elementos claves para el funcionamiento”, indicó.
Sostuvo que este decreto supremo es un mal precedente, porque a la postre este gobierno no sabe cómo generar empleo. “Porque si uno pone el peso muy grande en una parte del mercado creyendo que está beneficiando al trabajador, realmente lo que está haciendo es menos atractiva la contratación del empleo”, afirmó.
Manifestó que a largo plazo se va a ir observando que las empresas medianas y pequeñas definitivamente no van a contratar trabajadores formales porque ya se le hace muy caro. “Las empresas más grandes también deciden automatizar y deja de contar con empleo que ya venía haciendo bastante caro contratar. De acuerdo al Banco Interamericano de Desarrollo, el Perú era uno de los países donde contratar formalmente era más caro. Esta falta de entendimiento de cómo funciona en el mercado termina trayendo más desempleo al país”, expresó.
Declaró que para hacer una huelga se tiene que buscar la opinión del Estado, que señala si es válida, porque puede estar motivada por razones políticas o antipatías y no hay una razón real de reclamo. “Ahora ya no, ahora simplemente si en tres días no se ha podido atender los reclamos ya se van a huelga sin saber la razón. Mejor dicho, si las razones son válidas o no, al trabajador se le cree y ya está. Si la empresa no tiene predictibilidad, difícilmente va a invertir y va a poder crecer”, subrayó.
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