La digitalización de los documentos empresariales tiene un alto impacto en la competitividad de los negocios. Más allá de las facturas y boletas, todavía queda un gran número de formatos que pueden ser aprovechados por las compañías para reducir costos u obtener distintos tipos de beneficios, afirmó Giacomo Figari, subgerente comercial de Efact.
“Es necesario seguir las tendencias del primer mundo para ganar competitividad. En el Perú y en América Latina, la digitalización de documentos responde al objetivo de cumplir con el pago de los impuestos, pero en otros países se busca que los formatos electrónicos ayuden a una mejor gestión de las empresas”, explicó Figari.
El ejecutivo precisó que en el Perú los documentos digitales más utilizados son muy pocos:
Boletas de venta electrónica: se entrega de empresa a consumidor final y, si bien no lleva RUC, es posible que las persona se beneficien con la deducción de impuestos del crédito fiscal incluyendo el DNI. “Esta es una característica muy propia del Perú que no se ve en otros países. Considerando que existen muchos trabajadores independientes, genera un beneficio importante a los usuarios”, dijo Figari.
Factura electrónica comercial: Su uso se aplica a todas las empresas gracias a que la SUNAT inició su proceso de masificación. “La factura electrónica ya cumplió 10 años en el Perú y los beneficios de su utilización quedó demostrada durante la pandemia. De no ser por ella, la actividad económica del país se habría detenido”, manifestó.
Factura electrónica negociable: Una factura comercial se puede convertir en negociable para generar un título de valor a favor de una empresa. Así, es posible acceder a herramientas de financiamiento como el factoring. “Si bien su uso se ha incrementado, todavía no llega a niveles masivos. En el Perú se generan menos de 50 mil facturas negociables mensuales, un porcentaje muy bajo en comparación a los casi mil millones de facturas y boletas que se emiten cada mes”, dijo el ejecutivo de Efact.
Si bien existen otros documentos que empezaron a tener un mayor uso, como las guías de remisión electrónicas que se encuentran en un proceso de masificación impulsado por SUNAT, todavía existen otros que no están siendo aprovechados y que generan grandes beneficios de competitividad para las empresas.
“Todavía falta que las empresas aprovechen toda la cadena de documentos que se encuentra antes de la factura, como las órdenes de compra, proformas y otros. En Europa se utilizan mucho los documentos para intercambiar información sobre pagos programados y realizados. Incluso se han estandarizado los contratos con los proveedores. Gracias a ello, existe una mejor gestión que otorga a las empresas beneficios en ahorros de tiempo y dinero”, concluyó Figari.