Fuente: Agencia Andina
«Hay que aceptar que el virus no va a desaparecer pronto», señalan los habitantes.
La estricta cuarentena que desde el pasado 23 de enero ha mantenido aislada a la ciudad china de Wuhan, cuna del brote de coronavirus, ha trastocado la vida de sus ciudadanos: algunos esperan a que el confinamiento termine para salir a la calle, pero otros aún no se atreven a hacerlo.
Wang Yu, una profesora de piano que hace poco más de dos meses recibía en su domicilio a estudiantes interesados en aprender a tocar ese instrumento, cuenta a Efe durante una conversación telefónica que prefiere quedarse en casa aunque ya pueda solicitar los permisos necesarios para abandonar su hogar.
La académica cree que es mejor esperar al menos hasta el 8 de abril, cuando la ciudad tiene previsto levantar definitivamente las restricciones que impuso a sus habitantes: «No pasa nada por quedarse en casa. La gente quiere salir, claro, pero tienen mucho miedo de las aglomeraciones y de que aparezca otro brote», explica.
Estricta cuarentena
Wuhan prohibió el pasado 23 de enero que ningún ciudadano saliera de la ciudad y ordenó el cierre del transporte público urbano, el metro, el ferri y los transportes de pasajeros de larga distancia. Solo faltaba un día para el Año Nuevo chino, la principal época festiva en el país, en la que millones de personas viajan para reunirse con sus familias en sus lugares de origen.
Los residentes quedaron entonces confinados en sus casas sin poder salir siquiera de sus complejos residenciales: a la entrada de cada urbanización esperaba un estricto punto de control que sólo podían pasar si se tenía un permiso especial para ello.
Y quien quisiera salir de todas formas debía enfrentarse a las gigantes vallas amarillas de plástico colocadas a las salidas, por las que no se puede trepar ni saltar.
Sin casos nuevos
Wuhan no contabilizó ningún nuevo caso confirmado ni sospechoso de COVID-19 durante el miércoles, pero sigue contando con 1.132 casos activos, de los que 400 se encuentran en estado grave. Por otra parte, China registró 35 nuevos casos, todos ellos provenientes del exterior, en las últimas 24 horas, en las que fallecieron seis personas -todas en Wuhan- a causa del coronavirus.
Desde el inicio del brote se han registrado en China 81.589 casos confirmados, de los que 76.408 han acabado con el paciente superando la enfermedad y 3.318, en fallecimiento.