El economista senior del Instituto Peruano de Economía (IPE), Teodoro Crisólogo, informó que la contracción de la economía peruana ha causado la pérdida de cien mil empleos en la primera mitad del año y que no haya nuevos puestos de trabajo. Sostuvo que la falta de inversiones de talla mundial está generando una debilidad en el resto de sectores económicos.
“En la primera mitad del año se han perdido alrededor de 100 mil puestos de trabajo a nivel nacional. El Perú en los últimos 20 años ha generado alrededor de 280 mil empleos al año. Es decir 280 mil personas ingresan al mercado laboral y tienen un empleo. Este año las proyecciones apuntan a que el empleo no va a crecer, más bien se van a destruir alrededor de 80 mil empleos”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR)
Señaló que la contracción de la economía ha sido de 0.6% en agosto. “La principal lectura que nos llevamos de este reporte es que los sectores vinculados a la inversión continúan arrastrando hacia abajo el resto de la actividad económica. Los sectores vinculados a la inversión registraron una caída en conjunto de alrededor de 9%”, indicó.
“Los resultados de agosto se encuentran bastante en línea con las proyecciones en el IPE y confirman la lectura de que la economía peruana ha seguido en el tercer trimestre sin levantar vuelo, sin encender esa chispa que necesita para poder generar un círculo virtuoso de crecimiento de inversiones, empleo y mayor bienestar en la ciudadanía”, expresó.
Enfatizó que la falta de inversiones de talla mundial está generando una debilidad en el resto de sectores de la economía. “Si no hay inversiones no hay empleo y sin empleo es muy poca la capacidad de consumo que se puede llegar a tener”, afirmó.
Explicó que el debilitamiento de las inversiones se debe a una pérdida de la confianza. “La primera de ellas tiene que ver con la confianza, con los índices de expectativas empresariales, que, si bien muestran todavía relativo optimismo para los próximos 12 meses, es decir para la segunda mitad del 2024, esperamos de que estemos mejor”, precisó.
“Para las expectativas sobre el corto plazo todavía se encuentran en niveles pesimistas que anticipan una debilidad bastante marcada de la economía en lo que resta del 2023 y también digamos de cara al verano del 2024. En lo que resta del 2023 es clara esta falta de recuperación de los grandes motores”, remarcó.
Recalcó que el círculo vicioso de baja confianza, menor inversión, desaceleración del empleo y debilidad del consumo anticipan que a lo mucho la economía peruana podría crecer en el último trimestre del año alrededor de 0.6 a 0.7%. “Los sesgos que tenemos en nuestra proyección son a la baja y está bastante lejos de lo que anticipa el mercado, que es de una caída de 0.3% de la economía peruana en el 2023”, observó.
“Un entorno económico que no genera los suficientes incentivos para el desarrollo de grandes inversiones, que no ofrecen las garantías de tener trámites predecibles, procedimientos administrativos que se cumplan en los plazos previstos o que no cuenten con funcionarios que permitan que los que los proyectos de inversión se lleven de la mejor manera, no ofrece las garantías necesarias como para poder desarrollar grandes inversiones en los principales sectores que tiene el país”, subrayó.
