En las últimas semanas nuestro país ha sufrido un desborde de violencia que no se registraba desde la época del terrorismo. Los peruanos hemos visto y vivido con espanto situaciones en distintas regiones y diferentes ámbitos: colegios y bodegas amenazados con ser dinamitados si no pagan a su extorsionador; ataque a balazos a artistas por sicarios, asesinando a un cantante; la detonación de explosivos en un centro de esparcimiento lleno de público por no haber pagado un cupo o el ataque e incendio a un campamento minero, entre otros.
Desde el Colectivo PAS – País Seguro, una organización que surge como respuesta a la inseguridad ciudadana producto de actividades ilícitas en el Perú, insistimos en que se requiere actuar con firmeza, no solo en la mejora de la seguridad ciudadana sino también en medidas de lucha frente a economías ilegales como el narcotráfico o la minería ilegal. Diversos expertos y estudios han demostrado que el desborde del crimen organizado está directamente vinculado al auge de las economías ilegales que, no solo operan con impunidad, sino, incluso, con la complicidad de malos funcionarios. ¿De dónde salen todos los explosivos y armas de fuego que son utilizados por estos criminales?, No debemos seguir permitiendo que la minería ilegal sea el financista de la asonada de violencia y trafique con los explosivos.
La justicia debe actuar sin contemplaciones, el Congreso debe legislar para protegernos a nosotros, no a los criminales, y el Gobierno debe recuperar el control de la seguridad ciudadana en el país. El Ministerio Público y el Poder Judicial deben denunciar y juzgar con todo el peso de la ley a los criminales que día a día, asaltan y asesinan con total impunidad.
Se requiere un plan de trabajo consensuado, con acciones concretas que muestren resultados inmediatos. El terror no puede ser parte de nuestras vidas.