RCR, 13 de Febrero 2023.- Pablo de La Flor Belaunde, comentarista de RCR, advirtió que los bloqueos de carreteras y actos de violencia de los últimos meses amenazan a cerca del 30 por ciento de la producción de cobre en el país. Señaló que el país está perdiendo la posibilidad de aprovechar los altos precios del cobre, ya que la conflictividad ahuyenta la posibilidad de nuevas inversiones mineras.
“Casi el 30% de la producción nacional de este metal está siendo amenazada por la ola de movilizaciones en el sur del país. Estas disrupciones, aunadas a la proyección de un mayor consumo chino tras la eliminación de las restricciones por la pandemia en ese país, han generado un incremento de casi 20% en el precio del cobre”, dijo en la secuencia “El vigía” de RCR.
Señaló que los efectos de nuestra crisis ya comienzan a repercutir en el mercado internacional del cobre, uno de los principales metales industriales. “No en vano somos el segundo exportador mundial de ese metal con casi el 11% del total de las ventas en el mundo. Como resultado del bloqueo de carreteras y los reportes de violencia algunas de las operaciones más importantes del país como Las Bambas, que representa casi el 2% de la producción mundial cuprífera, se ha visto obligada a suspender sus actividades”, indicó.
Enfatizó que el escenario futuro se presenta sumamente interesante debido a la ausencia grandes proyectos y el notable crecimiento de la demanda asociada a la transición energética. “No perdamos de vista que la fabricación de un vehículo eléctrico, solo para dar un ejemplo de lo que esto significa, requiere tres veces más cobre que la de su par de combustión interna mientras que los proyectos de energías renovables consumen seis veces más cobre que los tradicionales”, precisó.
“Para satisfacer esa creciente demanda asociada a la transformación energética la producción cuprífera del mundo tendría que crecer casi 40%. Para ello, los flujos de inversión global deberían más que duplicarse. Es decir, estamos frente a una gran oportunidad para el desarrollo del país”, agregó.
Remarcó que las protestas violentas no atraen nuevas inversiones. “Lamentablemente, lejos de prestarnos a aprovechar ese panorama tan positivo y generar más bienestar para los peruanos, la conflictividad social por la que estamos atravesando, aunada a la inestabilidad política extrema que hemos venido registrando los últimos años, han hecho que dejemos de ser un destino interesante para la puesta en marcha de nuevos proyectos mineros”, afirmó.
“No sorprende entonces que este año la inversión en el sector, seguramente se contraiga y que la producción minera se mantenga estacionaria, si acaso no retrocede. Ello, a pesar de que el Perú cuenta con una cartera de iniciativa de casi 40 mil millones de dólares que podrían duplicar nuestras exportaciones y el empleo generando más impuestos y mejorando la calidad de vida de buena parte de nuestra población”, precisó.
Manifestó que el país necesita encontrar una salida inmediata la crisis política a partir del adelanto de elecciones. “E instituir mecanismos de diálogo que nos permitan apuntalar la convivencia y la paz social en las zonas mineras, precisamente a partir del mejor uso de los recursos que la minería viene generando a través del canon. Solo así lograremos avanzar en el cierre de las terribles brechas sociales que todavía arrastramos y cuya persistencia, qué duda cabe, alimenta la conflictividad qué tanto daño le hace al país”, subrayó.