“Muchos compran inmuebles en el Centro Histórico de Lima por US$ 100,000 pero luego elevan sus precios hasta US$ 1.5 millones, lo cual no es su valor real”, señaló el gerente general de Arte Express, Fernando Palazuelo.
Pasear por el Centro Histórico de Lima es agradable para algunos porque se ha revalorizado en muchas zonas pero es lo contrario para otros porque en su trayecto se pueden topar con casonas abandonadas, descuidadas o inclusive a punto de derrumbarse pero ¿por qué no cambia esa situación?
“El mayor enemigo para la recuperación del Centro Histórico de Lima no es el Ministerio de Cultura, no es el Instituto de Defensa Civil (Indeci), no es la Municipalidad Metropolitana de Lima sino que el mayor enemigo para la recuperación del Centro Histórico es la especulación”, advirtió el gerente general de Arte Express, Fernando Palazuelo.
En diálogo con Gestion.pe, mencionó que desde que llegó la empresa al Centro Histórico de Lima se ha conseguido una revalorización de sus alrededores desde el punto de vista económico, aunque ahora “ya no es tan fácil comprar edificios y los alquileres han subido”.
“El mayor enemigo con esos frenos que lo único que buscan es multiplicar el valor de su inversión sin hacer nada, pueden ser familias antiguas o los hijos y nietos de gente importante d hace 80 o 90 años, que están esperando a ver si se hacen millonarios con la venta de la casona del abuelo”, dijo.
Inclusive mencionó que algunos propietarios de inmuebles en el Centro Histórico prefieren que se caigan las casonas para venderlo como terreno y tratar de sacar mayor provecho económico.
“O hay gente que compra, por alguna razón, una tienda, un terreno o un edificio por nada en un remate, lo multiplica por cinco o diez y pretende hacer el negocio de su vida sin hacer nada, y sobretodo sin cuidar el patrimonio histórico”, mencionó.
Manifestó que muchos compran inmuebles en el Centro Histórico de Lima por US$ 100,000 pero luego elevan sus precios hasta US$ 1.5 millones, lo cual no es su valor real.
“Si uno se gasta US$ 1.5 millones en algo que costó US$ 100,000 pues ya te queda menos dinero para recuperar el edificio, entonces la idea financieramente empieza a no tener un final positivo cuando te encuentras con un especulador y como no están dispuestos a vender pues no se hace la operación”, comentó.
Eso ocasión que muchos predios antiguos sean abandonados y por eso el ejecutivo considera que la especulación es el peor enemigo para recuperar la imagen de la Lima antigua.
Pero eso no es todo, ya que también falta una legislación que obligue a los propietarios de edificios históricos a cuidarlos, rehabilitarlos o a venderlos en caso no puedan asumir ese costo.
“Lo que no puede ser es que durante años se mantengan las propiedades en estado ruinoso, esperando un precio imposible de alcanzar. En otros países, el que no mantiene el patrimonio histórico es multado y les pueden quitar la propiedad”, añadió.
Palazuelo dio como ejemplo a la legislación europea, donde existe la obligación de que el propietario de un edificio considerado como un monumento, tenga que cuidarlo y si no cumple entonces está cometiendo un delito.
“Es un delito penal en Europa, si un edificio que es monumento no lo cuida y se cae y se destruye, entonces te pueden procesar y meter en la cárcel. Aquí (en Perú) que yo sepa no han metido en la cárcel a nadie y se destruyen casonas, se tiran casonas todos los años y aquí eso no es delito, te pueden multar pero no es delito”, aseveró.
En ese sentido, consideró positiva la labor del Servicio de Administración Tributaria (SAT) de Lima, ya que está obligando a los propietarios de los edificios cerrados del Centro Histórico de Lima a pagar los impuestos o a venderlos.
“Hasta ahora los propietarios no pagaban (arbitrios e Impuesto Predial), iban prescribiendo las faltas por más de cinco años y nadie les decía nada. Ahora el SAT tiene una política mucho más eficaz de recaudación”, dijo.
Si bien reconoció que el accionar del SAT ha generado el reclamo de mucha gente por el remate de varios inmuebles de Lima, eso es positivo porque ahora los propietarios pagan sus impuestos.
Fuente: Diario Gestión