- Estas acciones cotidianas, que son reflejo de la microcorrupción existente en nuestro país, también tienen repercusión en el acceso y la provisión de servicios públicos como salud, educación y seguridad.
- Considerando este impacto, la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES) presentó recientemente un informe especial que identifica el impacto de la microcorrupción en el país y propone recomendaciones para la lucha contra la misma y su prevención.
Lima, 11 de enero de 2024.- Uno de los factores que ha deteriorado la confianza en nuestro país es la corrupción existente en diversos servicios públicos. Actualmente, un 88% de peruanos cree que más de la mitad o todos los políticos son corruptos; posicionando a nuestro país como aquel que tiene la mayor percepción de corrupción en la región según el Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP) 2021. Aunque este impacto es de gran alcance, se debe reconocer también que acciones del día a día también conducen a la desconfianza percibida en las distintas instituciones.
“La opinión pública coincide en la urgencia de recuperar la confianza; pero, para hacerlo, es necesario reconocer que la corrupción la ha afectado profundamente. Si bien la macrocorrupción (ocasionada por altos funcionarios y con grandes cantidades de dinero) nos ha perjudicado durante años –y también recientemente–, es importante observar que en nuestro país está presente la microcorrupción, que ocurre en las interacciones cotidianas entre la ciudadanía y funcionarios públicos. Según Proética, el 12% de peruanos reconoció haber entregado alguna coima, regalo o pago indebido. La visibilización de estas acciones también es necesaria para la lucha contra la corrupción”, expresó Almendra Rodríguez, politóloga e investigadora de la Red de Estudios para el Desarrollo (REDES).
Bajo este marco, REDES ha preparado su informe especial “Impacto de la microcorrupción en el Perú”, donde se exponen los ejemplos de microcorrupción en nuestro país –como dar una coima a un policía y pagar “propinas” a personal de salud para obtener atención médica– y la repercusión que generan en el acceso y la provisión de servicios públicos como salud, educación y seguridad.
“Si hablamos del sector salud, los casos más frecuentes son pagos extraoficiales, robo de suministros médicos, emisión irregular de certificados de salud, entre otros. Ello dificulta el acceso de las personas más vulnerables a este servicio al priorizar a aquellas que sí pueden pagar una coima. En la pandemia, por ejemplo, vimos que hubo personal administrativo en el sector salud que cobraba S/ 82 mil para acceder a una cama UCI”, recordó Rodríguez.
Otro sector que también es afectado por estos actos de microcorrupción es el de Seguridad. De acuerdo con lo recogido por la Enaho en el 2022, los peruanos indicaron que la Policía Nacional del Perú (PNP) es la institución que recibe más coimas, regalos o pagos indebidos para realizar cualquier trámite o gestión.
“Actualmente, hay un 53% de peruanos que considera que la corrupción limita el acceso y reduce la calidad de los servicios públicos en distintos sectores. No olvidemos que la presencia de estos actos en el Estado repercute negativamente en la confianza en las instituciones, ocasionando su debilitamiento y la ausencia de un panorama con reglas claras no solo para la inversión, sino también, para la convivencia”, reflexionó la especialista de REDES.
Microcorrupción en el Perú según institución pública el 2022: En la Policía Nacional, 1 de cada 5 personas dio o le solicitaron dar un pago, siendo la entidad con mayor porcentaje de interacciones que involucran microcorrupción, seguido por las Municipalidades y Gobierno Regional.
Fuente: Encuesta Nacional de Hogares, Elaboración: REDES
A fin de atender esta problemática, la especialista señaló que se requieren cuatro medidas concretas: difundir normas y mecanismos para la protección de los denunciantes, promover la enseñanza de la educación cívica en la lucha contra la corrupción, impulsar acciones de transparencia y rendición de cuentas, y promover la digitalización en los procedimientos del Estado.
“Los estudios consultados demuestran que la vigilancia de los avances de la administración pública sí pueden reducir la corrupción. Así también, es clave considerar que los medios de comunicación, junto a las redes sociales, pueden ser canales útiles para visibilizar casos relacionados a actos de corrupción”, concluyó la experta.
Puede leer más detalles de nuestro reciente informe en el siguiente enlace: https://www.redesarrollo.pe/publicacion/impacto-de-la-microcorrupcion-en-el-peru/