RCR, 26 de julio de 2020.- Ángel Delgado, constitucionalista e integrante de la Coordinadora Republica, señaló que el Acuerdo de Escazú debe ser rechazado por el Congreso de la República, al considerar que es un tratado internacional que le arrebata al Perú su facultad de tomar decisiones soberanas sobre el manejo de sus recursos naturales, para ponerlos en manos de intereses del extranjero.
“No podemos en absoluto comprometernos en una norma que tiene muchos aspectos técnicos, que cuando uno la lee, a prima vista, parece bueno, pero implica desnacionalizar las decisiones y tomar su manejo y solución de controversias en instancias internacionales. Por qué el precio de conservar el ambiente tiene que ver con la transnacionalización de las decisiones que corresponden al aprovechamiento legítimo de nuestros recursos naturales para el bienestar y desarrollo de nuestros pueblos”, dijo a través de Red de Comunicación Regional (RCR).
Remarcó que “bajo ningún concepto el Congreso debe sancionar con su voto un convenio internacional que merece toda la discusión, situación que no se ha podido dar vista la crispación que existe en todo el país por la pandemia y la crisis económica”. “Entonces, nos parece absolutamente injusto y no democrático que un tema de tanta trascendencia, que incluso va a comprometer el futuro de las próximas generaciones, no merezca la amplia difusión y el debate correspondiente”, indicó.
“El llamado de la (organización de la sociedad civil) Coordinadora Republica es para que todos los medios de comunicación y todo el país, especialmente en aquellos lugares donde el impacto del Acuerdo de Escazú va a ser más significativo, puedan ponerse de pie y conocer a detalle las implicancias de las normas ahí contenidas que a juicio nuestro son lesivos para el interés nacional y van a perjudicar ampliamente el desarrollo y bienestar de nuestros pueblos”, subrayó.
Señaló que “este es un gobierno que se llena la boca de la palabra transparencia, que exige el debate y que es amante de los referéndums”. “Si el Gobierno quiere imponer esta norma, que va a tener consecuencias muy severas en el derecho interno, creo que debería haber un espacio para que se difunda primero y se discuta después. Pero eso no sucede y por eso es que estamos levantando esta voz de alerta, toda vez que estamos a menos de dos meses para que se venza el plazo para que el Congreso tenga que aprobar o rechazar este Acuerdo de Escazú”, remarcó.
“Me alegra que el canciller este en esa línea, este es un nuevo viento que yo saludo dentro del gabinete y espero que los fundamentalistas que apuestan por una globalización radical, aprovechando una conjunción de derechos ambientales y fundamentales, accedan también a la discusión amplia y sin tapujos para analizar las desventajas de este tipo de medidas”, comentó.
Subrayó que “la gran pregunta que tenemos que hacernos es que cosa gana el Perú con aprobar este tratado”. “Los peruanos debemos tener un beneficio específico. Porqué vamos a creer que todas las relaciones internacionales son amigables, porqué negar que hay intereses imperiales, que las potencias siempre tratan de dominar por la explotación de los recursos, todas las guerras se han dado por la codicia de los recursos naturales. Llama la atención que el Tratado de Escazú no es firmado por Estados Unidos, Rusia, China y países de Europa”, enfatizó.
Sobre el mensaje presidencial de 28 de julio, dijo que “en otras circunstancias se aguardan con expectativas”. “Sin embargo, el presidente ha trivializado sus intervenciones públicas. La verdad es que no tiene nada que anunciarnos. Por otro lado, al estar en el último año de su Gobierno, debería confirmarnos que habrá un cambio democrático de autoridades. Lo que debe hacer es cumplir el cronograma electoral y que no se va a quedar un día más. Eso es lo que tiene que garantizar”, anotó.
“El tema de la pandemia, creo que es un consenso en los analistas, ha sido una guerra perdida por el Gobierno. Hoy día, como el mismo presidente Vizcarra lo ha dicho, está esperando el contagio de manada, después de habernos tenido cientos de días y más encerrados en una cuarentena obligatoria, absoluta y coercitiva. Eso es irresponsable. Más grave es la situación provocada, por la ineptitud para manejar el tema sanitario, que es la destrucción del aparato productivo, la quiebra de circuitos comerciales y la pobreza”, afirmó.
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