Fuente : Agencia Andina
La antigua guerrilla de las FARC se atribuyó la planeación y ejecución de dos atentados con explosivos contra el exvicepresidente colombiano Germán Vargas Lleras, en una carta dirigida al expresidente Juan Manuel Santos y divulgada este martes.
Vargas Lleras, que fue vicepresidente de Santos entre 2014 y 2017, y candidato presidencial en 2010 y 2018 por el partido de derecha Cambio Radical, combatió desde la política a las FARC como guerrilla y siendo senador denunció los abusos que cometían en la zona de distensión creada en el sur del país para los fallidos diálogos de paz con el presidente Andrés Pastrana (1998-2002).
Por eso fue víctima de dos ataques terroristas, uno de ellos el 13 de diciembre de 2002 con un libro-bomba que le amputó varios dedos de la mano izquierda y otro el 10 de octubre de 2005 con un carro bomba del que salió ileso aunque la explosión dejó nueve heridos.
«Pese a previsibles consecuencias, reconocimos el crimen del doctor Álvaro Gómez Hurtado y otros colombianos caídos durante el conflicto. Asimismo reconoceremos ante las instancias de verdad, los dos atentados que las FARC planearon y ejecutaron contra su vicepresidente Germán Vargas Lleras», señala la carta a Santos firmada por el jefe del partido FARC, Rodrigo Londoño.
Esa guerrilla, que dejó las armas en 2016 tras firmar un acuerdo de paz con el Gobierno de Santos, aseguró que pedirá «perdón con humildad» a Vargas Lleras, «así como a todos aquellos que resultaron afectados de algún modo por ello».
Blanco de la guerrilla
Vargas Lleras, nieto del expresidente liberal Carlos Lleras Restrepo (1966-1970), fue herido el 13 de diciembre de 2002 con una agenda-bomba enviada a su despacho en papel de regalo de Navidad y el 10 de octubre de 2005 estalló un potente explosivo al paso de su vehículo blindado por el norte de Bogotá.
Aunque los atentados, ocurridos durante el primer Gobierno del expresidente Álvaro Uribe (2002-2010), se atribuyeron a las FARC, Vargas Lleras, entonces senador, pidió investigar otras posibilidades y apuntó que el Gobierno se apresuró a atribuir la acción a la guerrilla de las que era un fuerte crítico.
Tras el ataque de 2005, el entonces jefe de la Policía Judicial y de Investigación (DIJIN), el coronel Óscar Naranjo, descartó una «alianza» entre narcotraficantes y políticos para asesinar a Vargas Lleras y señaló que los indicios apuntaban hacia las FARC.
Esa hipótesis nunca convenció a Vargas Lleras, quien sospechó en varias ocasiones del papel que pudo haber tenido en ese ataque la desarticulada agencia estatal de inteligencia Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).