Fuente : Diario Pregón
Al menos nueve pobladores sufrieron quemaduras de primer, segundo y tercer grado como consecuencia del incendio forestal que se registra en la parte alta de la comunidad campesina de Auquibamba, distrito de Pichirhua, en Abancay.
Los comuneros heridos fueron trasladados en autos particulares y en la ambulancia de los bomberos hacia la unidad de emergencias del Hospital Guillermo Díaz de la Vega cerca de las 13:53 horas de este último domingo.
Serapio Vagas Quispe (44), Julián Mejía Arce (52), Abraham Brandol Mejía Hurtado (16), Juan de Dios Céspedes Orosco (59), Víctor Erasmo Borda Hurtado (59), Sixto Céspedes Ríos (34), Dimas Ríos Huamán (48), Richard Vega Espinoza y Walter Hurtado Carrasco (24) recibieron atención médica en forma inmediata.
Fuentes médicas del hospital informaron de este grupo, tres comuneros sufrieron quemaduras de tercer grado por lo que serán transferidos a un nosocomio del Cusco para recibir atención especializada.
También se reportó que los serenos, Cristian Puma Concha y Alfredo Sánchez Pipa, este último jefe de Serenazgo de la comuna provincial, fueron conducidos al hospital Essalud de Abancay con síntomas de asfixia.
Se informó de la llegada de otro grupo de pobladores afectados por el humo y las llamas, sin embargo, hasta el cierre de esta edición no se reportaba nuevos ingresos procedentes de la zona del siniestro ambiental.
Incendio forestal. Desde el mediodía del sábado 10 de octubre se registra un fuerte incendio forestal que está arrasando cerca de 100 hectáreas de plantaciones de eucaliptos y pastos naturales en los sectores de Chamanapampa y Allpachaca.
El fuego hasta el momento no ha podido ser controlado a pesar de los esfuerzos que realizan las brigadas contra incendios, dificultándose sus labores por la pronunciada pendiente del suelo y los fuertes vientos que soplan en la zona.
Bomberos en peligro. Durante el incendio más de diez bomberos y el camión cisterna de la Compañía 68 Abancay estuvieron a punto de terminar “cercados” por las lenguas de fuego que alcanzaban los 12 metros de altura.
La oportuna reacción de los hombres de rojo evitó que se produzca una tragedia, sin embargo, durante su rápida salida perdieron más de 100 metros de mangas y equipos contra incendios.
